72 AGNU: Intervención de la delegación de la República de Cuba ante las Naciones Unidas, en el evento de alto nivel Decenio Internacional para la Acción “Agua para el Desarrollo Sostenible” (2018-2028). 23 de marzo de 2018.

Señor Presidente:

Cuba se suma a las intervenciones realizadas por Egipto a nombre del G77 y Maldivas a nombre de los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo.

Agradecemos la convocatoria de este oportuno evento de alto nivel para inaugurar el Decenio Internacional para la Acción "El agua para el desarrollo sostenible", 2018-2028.

La cuestión del agua se encuentra en el centro mismo de la supervivencia de la humanidad. Como sabiamente se afirma: “El Agua es Vida”. El acceso a este recurso constituye un derecho humano cuyo pleno disfrute por todos es un objetivo aún pendiente.

El ODS 6: garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos, nos coloca frente a metas exigentes cuyo cumplimiento requiere el compromiso y la responsabilidad de los gobiernos.

Esperamos que este Decenio impulse acciones y compromisos tangibles, orientados a alcanzar el acceso equitativo y suficiente de agua y saneamiento para quienes no lo tienen. Si no actuamos con rapidez y eficacia, más de 3.000 millones de personas sufrirán en el año 2025 las consecuencias de la escasez de agua.

Resulta importante complementar los esfuerzos nacionales con una sólida cooperación internacional, incluidas formas novedosas como la colaboración triangular y Sur-Sur, todo ello para garantizar que efectivamente no dejemos a nadie atrás.

La cooperación internacional debe ser fortalecida para contribuir al desarrollo de infraestructuras, la creación de capacidades humanas en el área de la gestión de los recursos hídricos e hidráulicos, la adaptación al cambio climático,  así como la innovación y la transferencia de tecnología para mejorar el acceso a los recursos hidráulicos y al saneamiento.

Debe promoverse la creación de fondos y mecanismos financieros que garanticen la movilización de recursos, tanto financieros como tecnológicos, para propiciar el incremento de la cobertura de agua potable y saneamiento ambiental, la producción agrícola y acuícola, la gestión integrada del agua y el manejo sostenible de ecosistemas.

Señor Presidente:

Atendiendo a la configuración geográfica de Cuba y la ausencia de grandes y caudalosos ríos, a lo que se añaden los largos periodos de sequía que afectan a varias regiones de nuestro territorio, reviste especial significado para nuestro país el adecuado empleo de los recursos hídricos con que contamos.

Hemos llevado adelante numerosas acciones para garantizar el derecho humano al agua y al saneamiento. En la actualidad, el 95,5 por ciento de la población cubana tiene cobertura de agua potable, una cifra significativa en el mundo y a nivel regional.

Desde el año 2012 fue aprobada en Cuba la Política Nacional del Agua, que fortaleció el control del Estado sobre los recursos hídricos, en la que quedaron definidos 22 principios y cuatro prioridades, la primera de las cuales es su uso racional. Además son prioritarios el uso eficiente de la infraestructura existente; y la percepción de riesgo sobre la calidad del agua y los eventos climáticos.

En la actualidad, Cuba está enfrascada en un amplio programa de reducción de pérdidas; lleva adelante fuertes inversiones para la construcción de trasvases, el despliegue de plantas desalinizadoras y la construcción de plantas para el tratamiento de residuales, y para transformar la matriz energética de los sistemas de abastecimiento de agua.

El pasado año fue aprobada en Cuba la Ley de Aguas Terrestres, que ordena la gestión integrada y sostenible de las aguas terrestres en el país, en función del interés general de la sociedad, la salud, el medio ambiente y la economía.

A pesar de los avances,  como ocurre con el resto de los países en desarrollo, Cuba  enfrenta disimiles desafíos en el enfrentamiento al Cambio Climático, los desastres naturales y la escasez de agua.

El bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el Gobierno de los Estados Unidos contra Cuba por más de medio siglo, ha traído como consecuencia importantes limitaciones y obstáculos para acceder a nuevas tecnologías y productos de la industria del agua y sus beneficios, así como para lograr una mayor  capacitación  profesional en estos temas.

Señor Presidente:

Resulta lamentable que los recursos naturales, incluyendo el agua, son objeto de manipulación mercantil bajo los intereses de grandes transnacionales, en detrimento del bienestar de los pueblos. 

La internacionalización del problema del agua hace imprescindible que las Naciones Unidas se conviertan en el  principal foro para debatir y alcanzar acuerdos, mediante consensos  sobre el tema del agua y el saneamiento. 

Reiteramos el compromiso de Cuba de continuar defendiendo el derecho al agua potable y al saneamiento en condiciones de equidad, sin discriminación y en la cantidad y calidad suficientes como un derecho humano inalienable.

Muchas gracias.