72 AGNU: Intervención de la Excma. Sra. Anayansi Rodríguez Camejo, Embajadora, Representante Permanente de Cuba, en el Tema 28: Adelanto de la Mujer, Tercera Comisión. Nueva York, 6 de octubre de 2017.

Sr. Presidente:

Mi delegación se adhiere a la intervención de El Salvador a nombre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y de Ecuador a nombre del Grupo de los 77 más China.

Señor Presidente:

Cerca del 90% de las víctimas de las guerras en la actualidad son civiles y de ellas la mayoría son mujeres, ancianos, niñas y niños. También lo son más del 75% de las personas refugiadas y desplazadas por los conflictos.

Una de cada tres féminas experimenta violencia física y sexual; el 90% de los 2,5 millones de víctimas de la trata de personas pertenecen al sexo femenino; sus niveles de desempleo son más elevados y reciben, como promedio, solo entre el 60 y el 75% del salario de los hombres por trabajo de igual valor.

Millones de mujeres no disfrutan de igualdad de derechos en materia de herencia y propiedad; y su representación en los parlamentos a nivel mundial solo alcanza el 22%.

Las mujeres constituyen el 70% de los 2 mil 700 millones de pobres en el mundo y dos tercios de los casi 800 millones de personas adultas analfabetas. Más de 300 mil mueren cada año por complicaciones evitables durante el parto, el 99% en los países del Sur.Estos datos demuestran que cuarenta años después de la Primera Conferencia Mundial sobre la Mujer y a veinte años de aprobada la Declaración y Programa de Acción de Beijing, los logros en la implementación resultan frágiles e insuficientes.

Solo la consecución de un nuevo orden internacional justo y equitativo, que erradique la pobreza y el hambre, ponga fin a los conflictos bélicos, privilegie al ser humano por encima del capital y preserve el medio ambiente es requisito indispensable para avanzar hacia la plena realización de la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas.

Sr. Presidente:

Cuba cumplió con las metas establecidas por los Objetivos de Desarrollo del Milenio y trabaja con denuedo en el proceso de implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Cuba fue el primer país en firmar y el segundo en ratificar la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer. Las cubanas accedemos al ámbito público en igualdad de condiciones que los hombres y contamos con un Plan de Acción Nacional de seguimiento a la IV Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Mujer.

En nuestro país se han dictado leyes y otras disposiciones jurídicas que garantizan la igualdad de derechos, oportunidades y posibilidades a hombres y mujeres. Se avanza en la reconceptualización del rol de la mujer en la sociedad y en la familia, así como en la eliminación de estereotipos sexuales tradicionales. 

Las mujeres cubanas percibimos igual salario que los hombres por trabajo de igual valor y tenemos derecho a pensión por invalidez total o parcial, a pensión por viudez, a la tierra, a recibir créditos bancarios, así como a licencia retribuida y sus consiguientes prestaciones, la que beneficia a la trabajadora antes del parto y hasta un año del bebé, y al propio tiempo ofrece la oportunidad al padre de acogerse a los mismos beneficios, previo acuerdo entre la pareja,  una vez vencido el período de lactancia materna exclusiva. Este derecho, con las nuevas modificaciones que han sido aprobadas, se hace extensivo a las abuelas y abuelos. Además, el sistema de Círculos Infantiles y de Seminternados constituye un apoyo para la inserción de las mujeres en la vida económica.

El empleo es eslabón fundamental de la Seguridad Social en Cuba, las pensiones están vinculadas a éste y por tanto, la primera protección social para los cubanos y las cubanas es tener garantizado un puesto de trabajo digno.

La educación universal y gratuita, derecho de todas las personas, es un fundamento estratégico para impulsar la participación de la mujer y su empoderamiento en todos los sentidos, y avanzar de manera significativa en la erradicación de prejuicios, exclusiones y todo tipo de discriminación y violencia en los espacios privado y públicos incluyendo los puestos de trabajo.

La tasa de actividad económica de las mujeres en Cuba es de 57,3 %; empleadas en el sector estatal civil son el 48 % del total y el 47,2 % de sus dirigentes. Se aplican políticas para el acceso a empleos de alta calidad mediante la formación y capacitación, garantizando que más del  50% sean mujeres y se desempeñen en puestos que demandan como requisito tener calificación universitaria. De los empleos ocupados en la economía, el 85 % son técnicas y profesionales.

Los derechos sexuales y reproductivos, incluidos el derecho al aborto y la elección libre y responsable sobre su fecundidad, están garantizados y forman parte de los servicios de salud. Las medidas adoptadas nunca han ido en detrimento del derecho de las mujeres de decidir sobre su salud sexual y reproductiva, número de hijos o hijas y espaciamiento para tenerlos. Mujeres y hombres disfrutan de servicios necesarios y especializados para la planificación familiar. Se continúa trabajando en lograr el acceso del país a anticonceptivos de alta calidad.

Señor Presidente:

El Gobierno cubano reitera su voluntad de continuar desarrollando su modelo social basado en la justicia, igualdad y la solidaridad, con estricto apego a los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas y la Declaración Universal de Derechos Humanos y expresa su compromiso con el estricto cumplimiento de los convenios y acuerdos internacionales y regionales asumidos en favor de la mujer.

Mi delegación entiende que la eliminación de la violencia contra las mujeres y las niñas requiere de la eliminación de todas las medidas coercitivas unilaterales.

En este sentido, el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos contra Cuba es un obstáculo para el desarrollo pleno del país y el adelanto de las mujeres; constituye, además, una forma de violencia directa e indirecta que impacta y entorpece el disfrute de los derechos fundamentales de las cubanas, incluyendo su derecho al desarrollo.

Permítame concluir reafirmando las palabras de nuestro Presidente en la Conferencia de Líderes Globales sobre igualdad de Género cuando expresó: “Para avanzar hacia la plena igualdad de género y el empoderamiento de la mujer es preciso ante todo un orden internacional justo y equitativo, que erradique la pobreza y el hambre, ponga fin a los conflictos bélicos, privilegie al ser humano por encima del capital  y preserve el medio ambiente”.

Muchas gracias.