Sr. Presidente,
Mi delegación se adhiere a la intervención realizada por la delegación de Palestina en nombre del G 77 + China.
Cuba le concede gran importancia a la discusión del tema del envejecimiento en Naciones Unidas y al papel desarrollado por este Grupo de Trabajo desde su creación.
Las necesidades y condiciones específicas de los adultos mayores deben ser una prioridad para todos nosotros, especialmente teniendo en cuenta que ellos representan aproximadamente un 10% de la población mundial y que aumentarán su proporción en sólo algunas décadas.
El problema más apremiante al que se enfrentan las personas mayores es la pobreza, caracterizada por la falta de vivienda adecuada, malnutrición, falta de atención médica para enfermedades crónicas, limitado acceso a agua potable y saneamiento, costo prohibitivo de medicamentos o tratamiento médico y la inseguridad de ingresos económicos.
De igual forma las personas de edad sufren de discriminación, violencia y abuso y carecen de falta de servicios y medidas específicas como centros de cuidado y atención, programas de cuidado a largo plazo, incluyendo en sus propios hogares, así como servicios geriátricos u otros que permitan garantizar el ejercicio de una amplia gama de derechos humanos.
Cuba considera que la comunidad internacional debe centrar sus esfuerzos encaminados a promover el respeto a los derechos humanos en la vejez, a crear un ambiente que potencie todas las capacidades, autonomía e independencia de las personas de edad, así como la solidaridad intergeneracional y la responsabilidad compartida de la familia, la comunidad y el Estado.
Sr. Presidente,
Cuba considera que una Convención sobre los derechos de los adultos mayores permitiría tratar con mayor profundidad y amplitud determinadas esferas que no están suficientemente abordadas en las normas actuales, incluidas las que figuran en las convenciones de derechos humanos de las Naciones Unidas y las desarrolladas por la práctica de los órganos de tratados de derechos humanos; por tanto, apoya los esfuerzos encaminados a elaborar un instrumento jurídico internacional con carácter vinculante, amplio e integral, para promover y proteger los derechos y la dignidad de las personas de edad.
Sr. Presidente,
En cuba, al cierre del 2017, unos 2 millones 246 799 personas tenían 60 años y más, lo cual representa un 20,1 % de la población cubana y confirma el acelerado proceso de envejecimiento demográfico que vive hoy el país. Para el año 2020 se estima esta cifra ascienda al 21,5 %, es decir, 2 millones 388 788 personas, y hacia el 2030 se alcance un índice de envejecimiento de la población cubana de 30,3 %, con 3 millones 304 685 personas con 60 años y más.
Es por ello que nuestro país ha convertido la atención al adulto mayor en una prioridad, y realiza un trabajo que involucra a múltiples instituciones para garantizar la calidad de vida de este sector de la población.
Las garantías que ofrecen un acceso universal y gratuito a los servicios de atención médica, los altos niveles de instrucción alcanzados por los cubanos, así como los programas de saneamiento urbano y salubridad, han permitido elevar la esperanza de vida en Cuba a índices privativos de los Estados más desarrollados.
Gracias a políticas públicas y programas sociales de gran impacto, la calidad de vida del pueblo cubano se ha elevado considerablemente durante el último medio siglo, lo que ha permitido elevar la esperanza de vida a 78,45 años como promedio, siendo la de las mujeres superior a 80 años.
Al mismo tiempo, mi país ha alcanzado tasas de mortalidad infantil muy bajas, indicador que al término del año 2018 llegó a 4.0 por cada mil nacidos vivos.
Hasta el presente, se han alcanzado importantes progresos en materia legislativa y su expresión en la práctica cotidiana, en temas como la seguridad social, el empleo, las pensiones, la salud, la protección ante el riesgo de desastres naturales y el sistema de investigación y recolección de datos estadísticos sobre este sector de la población.
Aunque aún no cubrimos toda la demanda existente en un contexto donde además el 13 % de los adultos mayores viven sus solos, el país dispone de 287 casas de abuelos con 9 838 plazas, 3 400plazas de día en hogares de ancianos y 150 Hogares de Ancianos con 11 912 camas, capacidades muy superiores al año 2016.
Esta realidad ha sido posible gracias a la voluntad política de nuestro Gobierno y a los esfuerzos y la participación de todo nuestro pueblo, a pesar del férreo bloqueo económico, comercial y financiero que sufre mi país desde hace casi seis décadas, que impacta de manera directa en nuestro desarrollo social, y particularmente en los esfuerzos que realizamos para dotar de mayores estándares de calidad de vida a las personas de edad.
Muchas gracias.