Intervención la Excma. Sra. Ana Silvia Rodríguez Abascal, Embajadora, Representante Permanente Alterna de la República de Cuba ante la ONU, Encargada de Negocios a.i., en el debate general sobre el Tema 3 a) “Afrontar las desigualdades y los obstáculos a la inclusión social a través de políticas fiscales, salariales y de protección social”, de la 57º sesión de la Comisión de Desarrollo Social.
Sr. Presidente,
Los mandatos que se establecieron en el Programa de Acción de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social, celebrada en Copenhague, mantienen su relevancia y vigencia, tanto en el plano nacional como en el internacional.
La erradicación de la pobreza, el pleno empleo y la inclusión social, son pilares del Desarrollo Social, y solo podrán alcanzarse si se cambia el actual orden económico internacional, injusto e insostenible por naturaleza.
La comunidad internacional tiene ante sí ingentes desafíos: persisten y se acentúan las grandes desigualdades entre países desarrollados y en desarrollo; se siguen aplicando sanciones ilegítimas, medidas coercitivas unilaterales y otras medidas económicas contrarias al Derecho Internacional, principalmente contra los países del Sur, que limitan e impactan negativamente en las capacidades de estos para alcanzar el desarrollo económico y social.
Alarma que el 82 % de la riqueza generada en 2017 correspondió al 1 % más acaudalado, mientras que no aumentó la riqueza de los 3.700 millones de personas que conforman la mitad más pobre de la población mundial.
En este sentido, agradecemos al Secretario General por la presentación del informe bajo este tema y las cifras estadísticas que este contiene. Coincidimos con él, en que mediante la política fiscal también se puede afrontar los obstáculos a la inclusión social, igualando las oportunidades o las condiciones de la participación en la sociedad de las personas o los grupos. Ello incluye mejorar las capacidades de las personas, promover la igualdad de oportunidades de educación, salud, empleo y mejorar el acceso a una infraestructura básica de calidad.
Consideramos que una mayor inversión en protección social, en particular en lograr el acceso a una atención médica de calidad, así como el acceso inclusivo y en igualdad de condiciones a una educación de calidad a todos los niveles, repercutirá en la reducción de la pobreza y la desigualdad.
Al propio tiempo, las decisiones sobre las políticas fiscal, tributaria y salarial son competencia de los Estados, en los que estos decidirán, soberanamente, aquellas que se correspondan con sus necesidades y desarrollo económico.
Sr. Presidente,
El sistema tributario cubano responde al principio de equidad de la carga tributaria, lo que contribuye a la disminución de la desigualdad. Este, tiene entre sus objetivos garantizar la recaudación de recursos financieros que permitan financiar los gastos sociales del Estado.
A pesar de las seis décadas de férreo bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos de América contra Cuba y que impacta de manera directa en nuestro desarrollo social, mi país continúa alcanzando notables logros en materia social y ha cumplido ya varias de las metas trazadas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Cuba, además, comparte los modestos recursos que posee con otras naciones necesitadas a través de la cooperación internacional, contribuyendo así a su desarrollo social.
Por nuestra propia experiencia consideramos que sólo concediendo la debida prioridad al desarrollo social, como centro de nuestras políticas públicas y asumiendo un firme compromiso con la solidaridad y la cooperación genuina entre todos los países, podremos hacer que las metas de desarrollo social.
Cuba expresa su firme compromiso con la búsqueda de un mundo justo, equitativo e inclusivo.
Muchas gracias