Señor Presidente:
Agradecemos la presentación del Sr. Nils Melzer, Relator Especial sobre la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes y tomamos nota del informe presentado.
Deseamos destacar que en Cuba, hasta el año 1959, la tortura, los tratos crueles, inhumanos y degradantes eran la práctica común de las autoridades, lo cual tuvo su clímax en tiempos de la sangrienta dictadura de Fulgencio Batista, cuyos torturadores y esbirros recibieron hospedaje seguro en los Estados Unidos al triunfo de la Revolución Cubana, que puso fin a esa política de Estado.
Cuba se hizo Estado Parte en la Convención contra la Tortura desde mayo de 1995 y ha cumplido estrictamente con sus postulados y obligaciones contractuales. Cuba ha tomado las medidas necesarias para impedir la ejecución de actos proscritos en la Convención, por considerarlos un ultraje a la dignidad humana y una violación de las normas nacionales e internacionales en la materia.
En relación con el informe presentado y en particular con su párrafo 24, agradeceríamos que el Relator abundara sobre qué mecanismos o vías pueden ser implementadas para lograr que cesen, obtengan justicia y debida reparación las graves violaciones a los derechos humanos y los actos de tortura que comete Estados Unidos en el centro de detención ubicado en el territorio que usurpa la Base Naval estadounidense en Guantánamo.
Muchas gracias