Señor Presidente:
Agradecemos los informes presentados bajo este tema y tomamos nota con satisfacción de la situación de la Convención sobre los Derechos del Niño, la cual ha sido ratificada por todos los Estados miembros, con la excepción de tan solo uno.
La comunidad internacional ha logrado progresos importantes en los planos nacional e internacional con respecto a la protección de los niños contra la discriminación, la exclusión y la desigualdad. Sin embargo, de mantenerse el orden económico internacional imperante, para el año 2030 vivirán en la pobreza extrema 167 millones de niños; 69 millones de menores de cinco años habrán fallecido debido a enfermedades curables; 60 millones en edad de asistir a la escuela seguirán sin escolarizar; se producirán 3,6 millones de muertes de menores de cinco años solamente en ese año, y un total de 69 millones entre 2016 y 2030.
Señor Presidente:
Cuba ha alcanzado logros relevantes en la atención y desarrollo de la infancia y la adolescencia reconocidos a nivel internacional, incluidas las Agencias, Fondos y Programas de las Naciones Unidas que atienden temas del ámbito social.
Como Estado Parte en la Convención sobre los Derechos del Niño, Cuba ha diseñado planes, políticas y programas nacionales dirigidos a este grupo, integrando los postulados de dicha Convención. Estos planes abarcan las áreas de salud, educación, atención a la discapacidad, deporte, cultura, prevención social, promoción y protección de derechos, entre otros. Se trabaja con un enfoque integral e intersectorial.
Las políticas, acciones y programas en favor de la infancia y la adolescencia comenzaron a aplicarse desde el triunfo de la Revolución Cubana en 1959, adelantándose en más de 30 años a la propia Convención.
Una política de elevado impacto en la atención a la infancia y la adolescencia ha sido el fortalecimiento de la red de hogares para niños sin amparo familiar, con 47 centros donde son atendidos 447 niñas, niños y adolescentes
Estos logros son fruto de la existencia de sistemas nacionales gratuitos y universales de salud y educación a todos los niveles, los cuales constituyen pilares esenciales en la materialización de esta prioridad. Téngase en cuenta que el Parlamento cubano destina más del 50% del presupuesto estatal para salud, educación y asistencia social.
Cuba cerró el año 2017 con una tasa de mortalidad infantil de 4,0 por cada mil nacidos vivos y cerró el primer semestre de 2018 con un índice de 3,9 por cada mil nacidos vivos, la tasa de mortalidad infantil más baja registrada en su historia.
Todos los niños cubanos son vacunados al nacer contra 13 enfermedades transmisibles y se prioriza la detección temprana de dolencias congénitas. Nos enorgullece haber sido el primer país en recibir la validación de la Organización Mundial de Salud por eliminar la transmisión de madre a hijo del VIH/SIDA y la sífilis.
Señor Presidente:
Todos estos logros han sido alcanzados por el pueblo cubano a pesar de las graves consecuencias del genocida bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos contra Cuba durante más de medio siglo, que impacta con particular crudeza en nuestros niños, niñas y adolescentes.
La peor forma de violencia contra los niños es negarles el derecho a la vida, a un mundo seguro, a la salud, a los alimentos, a la educación, a la cultura y a formas sanas de recreación.
La Asamblea General tiene que seguir jugando el papel central en Naciones Unidas en la promoción de estos derechos. Hacemos un llamado a la comunidad internacional a aunar esfuerzos para salvar a la infancia y asegurar a nuestros hijos e hijas un futuro mejor.
Muchas gracias.