Sra. Presidenta:
Al ser mi primera intervención en esta sesión, aprovecho para felicitarle a Usted y al resto de los miembros de la Mesa por su elección.
Agradecemos a la Secretaria General Adjunta de Gestión, la presentación realizada sobre la situación financiera de la Organización; así como al Sr. Lionelito Berridge y al Departamento de Contribuciones por el continuo apoyo que brindan a los Estados Miembros.
Mi delegación suscribe la declaración realizada por Egipto a nombre del Grupo de los 77 más China.
Sra. Presidenta:
La Organización de las Naciones Unidas enfrenta uno de los momentos más complejos de sus 73 años de existencia. Durante dos años seguidos se ha ampliado la tendencia a reducir sus presupuestos y se ha vuelto norma decirle que haga más con menos.
Adicionalmente, hemos visto como todos los años, y en más de una ocasión, el Secretario General debe solicitar a los Estados miembros que paguen sus adeudos a la Organización, cuando ellos es un deber. Ello no se debe a que la mayoría de la membresía incumple con sus obligaciones. Por el contrario, cada año observamos que de manera creciente la inmensa mayoría de los Estados miembros hace esfuerzos notables por pagar sus contribuciones en tiempo, por completo y sin condiciones.
Al respecto, ratificamos que en todo momento se deben tener en cuenta las situaciones especiales por las que pasan algunos países en desarrollo, que les impide honrar sus compromisos financieros, más allá de su voluntad política.
Sra. Presidenta:
A través de la información presentada la semana pasada, se constata la pésima salud financiera de la Organización. El déficit del presupuesto regular alcanzó los $365 millones hasta el 30 de septiembre, agotando así las reservas existentes. Actualmente las cuotas pendientes al presupuesto regular y al de las Operaciones de Mantenimiento de la Paz representan el 44 y 51 por ciento, respectivamente, de los montos aprobados para el 2018.
Sabemos perfectamente quién es el responsable de la situación financiera tan crítica que vive hoy la Organización. Resulta alarmante que las mayores deudas del conjunto de los presupuestos de Naciones Unidas continúen concentrándose en manos de los Estados Unidos, quien insiste en recordarnos su condición de principal contribuyente, cuando debe a la Organización más de $1 625 millones, un 58 por ciento de los adeudos totales de los Estados Miembros.
Los más de $800 millones que Estados Unidos deben actualmente al presupuesto aprobado para las Operaciones de Mantenimiento de la Paz impiden que se cumplan a cabalidad los mandatos que el Consejo de Seguridad ha acordado para dichas operaciones, hace que la organización mantenga grandes deudas con los países contribuyentes de tropas, muchos de ellos países en desarrollo y que no se nos devuelvan los saldos sobrantes de las operaciones ya cerradas.
Sra. Presidenta:
No es para nadie un secreto que las retenciones de los pagos por los Estados Unidos, y en particular su hábito de presentar contribuciones al presupuesto regular a finales del año, tienen como principal propósito someter a la Organización a un chantaje financiero y nada tiene que ver con su capacidad de pago.
Coincidentemente, es Estados Unidos el mismo Estado miembro que se beneficia de la principal distorsión en la metodología para el cálculo de las escalas de cuotas, imponiendo a través de los años una reducción del techo de la escala desde un 39.89 por ciento en 1946 al actual 22 por ciento.
Resulta ofensivo e indignante que los Estados Unidos hablen de obtener mejores ganancias de su inversión en las Naciones Unidas. Ello demuestra que consideran la paz y seguridad internacionales, el desarrollo y los derechos humanos, un negocio. Resultan vergonzosos sus lamentos por los montos que tienen que pagar a la Organización, cuando sus empresas obtienen jugosas ganancias por los negocios que hacen con la Organización y por acoger en su territorio a la misma, valoradas al cierre de 2016 en unos $1 595 millones.
Sin embargo, ahora pretenden nuevamente imponer su voluntad sobre el resto de la membresía y reducir el monto de la cuota que tienen que pagar, siendo ésta ya mucho menos de lo que debieran acorde con el principio de capacidad de pago.
Sra. Presidenta:
Cuba agradece el reconocimiento del que hemos sido objeto junto a otros 44 países por haber cumplido con todas nuestras obligaciones financieras con la Organización. Esto no es algo que hacemos en busca de un reconocimiento, es simplemente parte de nuestro deber y responsabilidad con las Naciones Unidas.
Para cumplir con este deber, sin embargo, Cuba enfrenta los obstáculos y sacrificios que le impone el bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos, que se ha aplicado por 56 años contra el pueblo cubano, sigue vigente y se recrudece. El bloqueo afecta, dificulta y en ocasiones llega a obstaculizar el pago de nuestras cuotas a la Organización y a otros organismos internacionales.
A pesar de este cerco que pretende aislarnos, Cuba se mantiene firme en su compromiso con el multilateralismo y los valores y principios de la Carta de las Naciones Unidas.
Muchas gracias.