74 AGNU: Intervención de la delegación de Cuba durante el segmento sobre Cuestiones de Políticas Macroeconómicas. Nueva York, 10 de octubre de 2019.

Señor Presidente:

Cuba se asocia a las intervenciones realizadas por las distinguidas delegaciones del Estado de Palestina en nombre del Grupo de los 77 más China; el Estado Plurinacional de Bolivia por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC); y Belice en nombre de la Alianza de los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo.

Durante ya varias décadas, los países en desarrollo han aspirado a un orden internacional más justo, no discriminatorio, inclusivo, que permita el crecimiento y desarrollo para todos y elimine las brechas que existen con los países desarrollados.  Hoy, sin embargo, para la mayoría de los países del Sur, el entorno internacional sigue siendo un obstáculo para poder materializar la consecución de su Derecho al Desarrollo, lo que se amplifica con la creciente erosión y debilitamiento del marco multilateral.

El cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y de la Agenda de Acción de Addis Abeba solo será posible mediante una real voluntad política por movilizar los recursos adicionales, previsibles y no condicionados para que los países en desarrollo puedan cumplir con sus metas de desarrollo.

Basta que tengamos que reiterar cada año que muy pocas naciones desarrolladas cumplen sus compromisos de ofrecer el 0.7% del PIB como Ayuda Oficial para el Desarrollo, como ilustra el hecho de que en el 2017 esta sólo representó un 0.31 % del PIB del conjunto de países donantes. Basta ya de dilapidar recursos imprescindibles para la implementación de la Agenda 2030 y el desarrollo de nuestros pueblos en la guerra y la industria militar, tal como lo muestra el record presupuesto militar de EE.UU., suficiente para implementar muchos de los objetivos y metas de la Agenda 2030.

Urgen cambios estructurales en el plano económico, comercial y financiero internacional, si queremos acabar con el subdesarrollo de nuestros pueblos. Los países en desarrollo debemos tener una mayor representación, equidad y participación de en los mecanismos de la gobernanza económica mundial.

Señor Presidente:

Apoyamos el alivio de la deuda externa, incluido la condonación y la restructuración de la deuda de las naciones del Sur, en particular de aquellas más pobres y necesitadas. Es necesario la instrumentación de un mecanismo multilateral de renegociación de deudas soberanas que permita un tratamiento justo, balanceado y orientado hacia el desarrollo.

Debemos defender y fortalecer el actual sistema multilateral de comercio basado en normas, abierto, transparente, inclusivo y no discriminatorio, que garantice y amplíe sus disposiciones de tratamiento especial y diferenciado para todos los países en desarrollo. Rechazamos las prácticas unilaterales, discriminatorias y proteccionistas en el comercio global y el marco multilateral, en particular por los EE.UU., que obstaculizan los esfuerzos de desarrollo de nuestros países y socavan las bases del multilateralismo.

Rechazamos, igualmente, la aplicación de medidas económicas coercitivas unilaterales como medio de ejercer presión política y económica sobre los países en desarrollo, incompatibles con el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas, y que impiden la plena consecución de nuestros derechos, entre ellos el derecho al desarrollo, así como el cumplimiento de la Agenda 2030.

Señor Presidente:

Cuba resiste, desde hace casi sesenta años, un bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los EE.UU., que provoca grandes privaciones al pueblo cubano y constituye el principal obstáculo para el desarrollo de mi país, la consecución de sus objetivos de política macroeconómica y, por consiguiente, la implementación de la Agenda 2030.

Los efectos negativos del bloqueo, cuyo daño económico acumulado asciende a 922 mil 630 millones de dólares, se ha recrudecido este año con la activación del Título III de la Ley Helms-Burton, que contiene amplias implicaciones extraterritoriales, rechazadas por muchos países. El Bloqueo impide que mi país pueda establecer con normalidad relaciones de comercio, financiamiento o inversión con el mundo, acceda en igualdad de condiciones a las mejores tecnologías, mantenga relaciones normales con instituciones financieras internacionales, las empresas de otros países y en particular con la primera economía, la de EE.UU., todo lo cual amenaza la estabilidad macroeconómica de mi país.

Concluyo reiterándole el compromiso de Cuba con el propósito de buscar soluciones comunes a los retos macroeconómicos globales.

Muchas gracias.