74 AGNU: Intervención en el segmento de Actividades Operacionales para el desarrollo del ECOSOC. Nueva York, 22 de mayo de 2020

Señor Vicepresidente,

Señora Presidenta del ECOSOC,

Mi delegación agradece al Secretario General por el Informe sobre la Revisión Cuadrienal Amplia de la Política (QCPR, por sus siglas en inglés) y el reposicionamiento del Sistema de Naciones Unidas para el Desarrollo (UNDS, por sus siglas en inglés). El informe brinda una actualización minuciosa y amplia de la implementación de la QCPR de 2016 y el reposicionamiento del Sistema de Naciones Unidas para el Desarrollo.  

Además, agradecemos a la Secretaria General Adjunta, su equipo y la Oficina de Coordinación para el Desarrollo (DCO, por sus siglas en inglés) por su continua participación en el proceso de reposicionamiento del UNDS, en particular en los esfuerzos realizados hasta el momento a fin de ofrecer propuestas para los mandatos pendientes, incluida la dimensión regional y la actualización de los activos regionales.  

Es necesario continuar preservando, tanto en el ECOSOC como en la Asamblea General, el carácter inclusivo, abierto y transparente de todas las consultas previas a las decisiones finales sobre el reposicionamiento del UNDS, en especial de sus mandatos restantes.

Reiteramos que todas las cuestiones correspondientes al reposicionamiento del Sistema de las Naciones Unidas para el Desarrollo deben respetar plenamente la soberanía nacional, la independencia, el control y liderazgo nacional, teniendo en cuenta los distintos niveles de desarrollo y las realidades presentes en los países en desarrollo. Asimismo, es importante trabajar bajo el principio de que “no hay soluciones únicas o fórmulas preestablecidas en materia de desarrollo”.

El reposicionamiento regional deberá brindar mayor apoyo a los esfuerzos de los países en desarrollo para implementar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en plena consulta y de acuerdo con los gobiernos nacionales, según las necesidades y prioridades nacionales.

Quisiéramos recalcar que la reorganización propuesta de la presencia de las Naciones Unidas a nivel regional debe ser diferenciada sobre una base de región por región, abordando las peculiaridades y necesidades de cada una de ellas. Las propuestas actuales, si bien avanzan en esta dirección, necesitan elaborarse en mayor detalle a fin de abordar mejor las especificidades de cada región.

La revisión a nivel regional debe preservar la fortaleza y el valor del trabajo realizado hasta el momento por las Comisiones Económicas Regionales. Ello incluye su poder de convocatoria como las plataformas regionales primarias para consultas intergubernamentales, y su capacidad para establecer agendas regionales (“elaboración de agendas”) y brindar asesoramiento científico, normativo y análisis técnicos, en consulta con sus Estados Miembros. A este respecto, mi delegación valora en sumo grado el enorme y muy positivo aporte de la CEPAL a estos esfuerzos en la región latinoamericana y caribeña.

Consideramos que la propuesta de establecer la “Plataforma de Colaboración Regional” puede ser positiva si contribuye a reducir las duplicaciones, mejorar los mecanismos de coordinación, optimizar el funcionamiento de los recursos operacionales y facilitar el acceso a los conocimientos técnicos en las regiones.

También es importante reflejar el control de los Estados Miembros en el diseño y la puesta en funcionamiento de la reforma regional y garantizar que el trabajo de las entidades regionales de la ONU pueda satisfacer mejor las necesidades del Programa País en cada región.

En este sentido y sobre la base de la propuesta brindada, sería importante, en cualquier acuerdo regional, salvaguardar el liderazgo y la función de coordinación de políticas de las Comisiones Económicas Regionales en relación con el papel de la DCO, que se orienta más hacia la supervisión, la gestión y el apoyo operacional a los países.

En cuanto a las coaliciones basadas en cuestiones concretas (IBC, por sus siglas en inglés), consideramos que es una valiosa iniciativa. Sin embargo, la arquitectura regional del UNDS no debería limitarse solo a ellas, sino también trabajar en otras áreas donde los mecanismos actuales ya hayan demostrado ventajas comparativas y valor añadido. Las IBC en su formulación actual representarán solo una pequeña parte de todo el trabajo interinstitucional que ya se realiza en las regiones.

Por otra parte, en las coaliciones basadas en cuestiones concretas, es preciso tener claro los criterios utilizados para identificar, revisar y aprobar los temas prioritarios para cada región, el alcance y contenido de cada elemento, así como la manera en que sus revisiones periódicas serán puestas en práctica.

Consideramos que todo este proceso se debe decidir mediante consultas abiertas e inclusivas con los países de cada región, con miras a una decisión colectiva.

Finalmente, reconocemos el papel destacado del ECOSOC en el asesoramiento técnico, apoyo y rendición de cuentas en este proceso. Sin embargo, deseamos reiterar el papel central de la Asamblea General en el debate y la toma de decisiones en cuestiones relativas a la QCPR y las Actividades Operacionales para el Desarrollo, así como la formulación y aprobación de cuestiones normativas. En este sentido, consideramos que la decisión final sobre los mandatos pendientes en el reposicionamiento del UNDS, en particular los relacionados con la reforma regional, deberían tener lugar en el seno de la Asamblea General.   

En estos tiempos difíciles, la comunidad internacional, los países desarrollados y en desarrollo y el Sistema de Naciones Unidas, debemos demostrar más que nunca nuestra capacidad de trabajar juntos en solidaridad.

Muchas gracias.