A 6 años de la aprobación de la Agenda 2030, continúa existiendo una profunda brecha entre los ambiciosos Objetivos de Desarrollo Sostenible y los compromisos internacionales para apoyar su implementación.
En el complejo panorama político, social y económico mundial, acentuado por las secuelas de la COVID-19, para los países de renta media resulta decisivo el acceso a financiamientos externos, el logro de un trato especial y diferenciado en materia comercial y la cooperación internacional.
En contraste con estas necesidades, la Ayuda Oficial al Desarrollo ofrecida a los países de renta media de América Latina y el Caribe pasó de representar más del 1% del Ingreso Nacional Bruto regional en la década de 1960 a un 0,22% en la actualidad[1]. En este sentido, subrayamos la urgencia de que los países industrializados cumplan sin condicionamiento su compromiso histórico de aportar el 0,7% de su Producto Nacional Bruto para la Ayuda Oficial al Desarrollo.
Cuba considera que la utilización del nivel de ingreso como criterio de clasificación para acceder a los flujos de cooperación para el desarrollo, constituye un enfoque limitado. El concepto de desarrollo es más amplio, multifacético y requiere no solo la mejora de los niveles de vida, sino también el logro de procesos de crecimiento sostenibles e inclusivos, que aborden el conjunto de brechas estructurales existentes en los países de renta media, incluidas la pobreza extrema y la desigualdad.
Con la excepción de China e India, los países de renta media acumulan el 96% de la deuda pública de los países en desarrollo. Al respecto, abogamos por la búsqueda de alternativas eficaces para resolver el problema de la deuda, que tengan en cuenta las vulnerabilidades particulares de nuestros países.
Señor Presidente,
A pesar del recrudecimiento sin precedentes del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los EE.UU. contra Cuba, nuestro país continúa trabajando con paso firme en la implementación del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030, cuyos ejes estratégicos persiguen el pleno cumplimiento de los ODS.
En este propósito, conferimos medular importancia a la Cooperación Sur-Sur, que si bien no constituye un sustituto de la tan necesaria Cooperación Norte-Sur, representa un instrumento valioso para la búsqueda de soluciones a los problemas que compartimos.
Siendo consecuentes con este principio, hemos desarrollado programas de cooperación en más de 150 países. Actualmente, miles de colaboradores cubanos contribuyen a la lucha contra la pandemia en más de 30 países y territorios.
Señor Presidente,
Cuba reafirma su total compromiso con la implementación de la Agenda 2030 y reitera su llamado a trabajar unidos en la búsqueda de un mundo más próspero, justo e inclusivo, en el que más allá de las clasificaciones de países, se reconozca al ser humano como el eslabón central del desarrollo sostenible.
Muchas gracias