75 AGNU: Intervención de la Delegación de Cuba en el Tema No. 21: “Globalización e Interdependencia”. Segunda Comisión. Nueva York, 9 de Octubre de 2020

Señor Presidente:

Cuba se asocia a las intervenciones realizadas por las distinguidas delegaciones de la República Cooperativa de Guyana en nombre del Grupo de los 77 más China y Belice en nombre de la Alianza de los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo.

La pandemia de la COVID-19, un reto de salud, económico y social sin precedentes, ha evidenciado la necesidad de la solidaridad, la cooperación y el multilateralismo como única forma de poder hacer frente a los desafíos comunes que enfrenta la humanidad y el planeta.

En un mundo desigual, asimétricamente interconectado e interdependiente, que enfrenta crecientes desafíos al orden multilateral vigente, es más relevante que nunca el multilateralismo y el papel de las Naciones Unidas en la promoción del desarrollo. En tal contexto, rechazamos las acciones unilaterales, proteccionistas y excluyentes de unos pocos Estados, que defienden intereses estrictamente nacionales y debilitan y reducen el marco multilateral y las instituciones existentes, en detrimento de las soluciones necesariamente globales y colectivas a los desafíos que enfrenta la humanidad. Necesitamos un sistema multilateral transparente, abierto, no discriminatorio e inclusivo.

La consecución de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible presupone el reconocimiento y respeto a la diversidad de enfoques, visiones y modelos decididos por cada pueblo, teniendo en cuenta sus diversas circunstancias, capacidades y prioridades nacionales.

Enfrentamos, sin embargo, otra realidad: la brecha de desarrollo que separa al Norte del Sur continúa creciendo, amplificada por diferencias estructurales en múltiples ámbitos que imposibilitan, para mucho de nuestros países, escalar a niveles superiores de desarrollo. Se perpetúan problemas globales como la pobreza; la desigualdad; el hambre crónica; el analfabetismo; el cambio climático; las brechas tecnológicas, de capacidades y oportunidades; el desempleo y las muertes por enfermedades prevenibles y curables, entre otras. Existen los recursos para enfrentar estos problemas; tristemente, ha faltado voluntad política para transformar esta realidad. La actual pandemia ha evidenciado que esta es una crisis también de modelos de desarrollo, que el ser humano y la sociedad debe estar en el centro, en lugar de cualquier racionalidad económica y que sólo podremos sobrevivir si preservamos y cuidamos nuestro planeta.

Cuba reitera la necesidad y vigencia de los postulados por un Nuevo Orden Económico Internacional, basado en la equidad, la igualdad soberana, el beneficio común y la cooperación entre todos los Estados, que corrija las desigualdades actuales y garantice a las generaciones presentes y futuras un desarrollo económico y social justo. Es preciso que los países en desarrollo alcancen la soberanía tecnológica, un mayor acceso en materia de financiación, inversión, creación de capacidades, infraestructura, así como transferencia de tecnologías.

Abogamos por una metodología multidimensional para clasificar el nivel de desarrollo, en particular de los países de renta media, que vaya más allá del ingreso nacional bruto y los niveles de ingreso per cápita y tenga en cuenta sus particularidades y desafíos especiales. El nivel de ingreso, como criterio de clasificación para acceder a los flujos de cooperación para el desarrollo, constituye un enfoque limitado y excluyente.

Señor Presidente,

Cuba rechaza la aplicación de medidas económicas coercitivas unilaterales como medio de ejercer presión política y económica sobre los países en desarrollo, incompatibles con el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas, y que impiden la plena consecución de nuestros derechos, entre ellos el derecho al desarrollo, así como el cumplimiento de la Agenda 2030.

Mi país trabaja por su desarrollo sometido al injusto y criminal bloqueo de los Estados Unidos, recrudecido con la activación del Título III de la Ley Helms-Burton y con nuevas medidas implementadas este año, varias de ellas en el contexto de la pandemia de la COVID-19. A pesar de ello, Cuba muestra importantes logros en su desarrollo económico y social, gracias al esfuerzo de nuestro pueblo y la cooperación brindada por países hermanos de nuestra región y del mundo.

En el contexto de la lucha global contra la COVID-19, Cuba aspira a globalizar la cooperación y la solidaridad, es por eso que, desde el pasado mes de marzo, hemos enviado 46 brigadas médicas con más de 3.800 miembros a 39 países y territorios diferentes, para ayudar, dentro de nuestras modestas capacidades, en la lucha mundial contra esta pandemia, en particular en los países del sur. Como resultado, más de 255.000 personas han sido tratadas por los médicos cubanos y más de 8.000 vidas han sido salvadas. Estos especialistas en salud cubanos se suman a los 30.000 miembros del personal médico cubano que ya estaban desplegados en 58 países antes de la pandemia de COVID 19, como un compromiso de larga data de Cuba y su pueblo con la Cooperación Sur-Sur. En tal sentido, Cuba rechaza los esfuerzos por desacreditar la labor de nuestras brigadas médicas y de sus médicos, cuya labor es reclamada y reconocida internacionalmente. Es tiempo de solidaridad, no de mezquindad.

Hemos compartido también medicamentos desarrollados y producidos por Cuba que, de acuerdo con nuestra práctica comprobada, han sido eficaces en la prevención y el tratamiento de la enfermedad. Además, destacados expertos e instituciones médicas de Cuba han continuado compartiendo sistemáticamente a través de teleconferencias y seminarios virtuales las mejores experiencias, prácticas y protocolos médicos con múltiples países del Sur, así como realizando consultas y discusiones sobre tratamientos específicos para pacientes o grupos de pacientes en varios países.

Cuba reitera siempre su compromiso supremo con la equidad, la justicia social y el desarrollo pleno de todos los pueblos y de cada ser humano.

 

Muchas gracias.