76 AGNU: Intervención del Embajador Yuri Gala López, Encargado de Negocios a.i. de la Misión Permanente de Cuba ante ONU en el primer debate temático combinado de la Primera Comisión. Nueva York, 13 de octubre de 2021.

Señor Presidente:

Suscribimos la declaración de Indonesia en nombre del Movimiento de Países No Alineados.

Urge la observancia de los compromisos jurídicamente vinculantes que conforman la arquitectura de desarme y control de armamentos.

El logro del objetivo de un mundo libre de armas nucleares se dificulta cuando Estados Unidos, país que más invierte en dichas armas, persiste en una agresiva doctrina nuclear y en la modernización y ampliación de sus arsenales, al tiempo que viola la letra y el espíritu del Tratado sobre la Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBT) y del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP).

Abogamos por la universalización del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPAN). Como Estado Parte también del TNP y del CTBT y perteneciente a la primera área densamente poblada declarada Zona Libre de Armas Nucleares y a la primera región proclamada Zona de Paz, sostenemos que el desarme nuclear debe seguir siendo la prioridad en materia de desarme. Guiados por ese propósito, participaremos en la reunión de Estados Partes del TPAN y en la Conferencia de Examen del TNP.

Apoyamos una zona libre de armas nucleares y otras armas de destrucción en masa en el Medio Oriente y damos la bienvenida a la Cuarta Conferencia de zonas libres de armas nucleares y Mongolia.  Ratificamos nuestro pleno apoyo al Plan de Acción Integral Conjunto con Irán y el rechazo a la retirada de Estados Unidos del Acuerdo.

Cuba hace un llamado a abstenerse de realizar acciones que agudicen, aún más, la tensa situación en la península coreana. Condenamos enérgicamente las sanciones unilaterales e injustas contra la República Popular Democrática de Corea. Solo a través del diálogo y las negociaciones, se puede lograr una solución política duradera a la situación en la península, que tome en cuenta las preocupaciones legítimas de todas las partes involucradas.

Abogamos por la implementación plena, efectiva y no discriminatoria de las convenciones sobre Armas Químicas y sobre Armas Biológicas y Toxínicas. Llamamos a fortalecer la Convención sobre Armas Biológicas, mediante un Protocolo jurídicamente vinculante; y a cesar la politización, la selectividad y la parcialización en la aplicación de la Convención sobre Armas Químicas.

Condenamos las medidas coercitivas unilaterales, que obstaculizan el desarrollo socioeconómico de los Estados y violan los instrumentos internacionales correspondientes, al restringir el uso de la energía nuclear y el intercambio de materiales, equipos y tecnología para actividades químicas y biológicas, con fines pacíficos. Demandamos el levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos a Cuba, que limita la cooperación internacional y el derecho al desarrollo.  

Cumplimos estrictamente la Convención sobre Ciertas Armas Convencionales y los protocolos anexos de los que somos Parte.

Reiteramos el compromiso con la aplicación del Programa de Acción de la ONU para prevenir, combatir y eliminar el tráfico ilícito de armas pequeñas y ligeras en todos sus aspectos; así como con los documentos finales de sus Conferencias de Examen. Urge poner fin a las trasferencias ilegales y los desvíos a actores no estatales no autorizados, principal fuente del tráfico ilícito. Deben atenderse las causas socioeconómicas de ese flagelo, incluido mediante la cooperación y asistencia a los Estados solicitantes. Es esencial respetar el derecho de todos los Estados a adquirir y poseer armas para su legítima defensa y necesidades de seguridad.

Las armas letales autónomas deben prohibirse lo antes posible. Se requieren regulaciones para el uso de las armas con cierta autonomía, en particular de los drones militares de ataque.

Urge un acuerdo multilateral vinculante para prevenir y prohibir el emplazamiento de armas en el espacio ultraterrestre. Rechazamos la utilización de las tecnologías espaciales en detrimento de la seguridad de las naciones, incluida la red de satélites espías, incompatible con la paz y el desarrollo. Defendemos el derecho de los Estados al uso del espacio con fines pacíficos, en condiciones de igualdad y sin discriminación. 

Muchas gracias.