Señora Presidenta,
Cuba se asocia a la intervención realizada por la distinguida delegación de Pakistán en nombre del Grupo de los 77 más China.
La pandemia de la Covid-19 ha sido un reto para todos los países y poblaciones de nuestro planeta. Su propagación y el rápido desencadenamiento de sus negativas consecuencias socioeconómicas evidenció lo interconectadas que están nuestras economías.
Sin embargo, el impacto no ha sido proporcional en cada nación del mundo, dados los distintos niveles de desarrollo y las condiciones específicas de cada país. A estas diferencias, ha contribuido, sin lugar a dudas, la permanencia de un injusto orden económico internacional que perpetúa la dependencia y relega a los países del Sur a un segundo plano.
La humanidad cuenta con suficiente potencial científico-técnico y recursos materiales para superar la pandemia y los distintos desafíos que se nos han presentado; sin embargo, falta una real voluntad política por parte de los países industrializados que permita desarrollar relaciones económicas justas.
La desigualdad y la injusticia se están profundizando en el mundo. 150 millones de personas más se enfrentaron al hambre en 2021 que en el año 2019. La tasa de pobreza en el mundo aumentó considerablemente de 2019 a 2020, del 8,3% al 9,2%: el primer aumento de la pobreza extrema desde 1998 y el mayor desde 1990. Esto eliminó más de cuatro años de progreso constante.
La deuda externa total de los países en desarrollo aumentó de 6,5 billones de dólares en 2011 a 11,1 billones de dólares en 2021, mientras paradójicamente el gasto militar mundial creció un 0,7% en términos reales en el año 2021.
Ante este panorama, queda claro que es imprescindible transformar el injusto orden económico internacional y las desiguales relaciones de producción y comercio existentes.
Cuba reitera la vigencia y necesidad de un Nuevo Orden Económico Internacional, basado en la equidad, la igualdad soberana, el beneficio común y la cooperación entre todos los Estados. Un nuevo orden que sea más participativo e incluyente, donde los países en desarrollo intervengan en igualdad de condiciones.
Es necesaria una nueva arquitectura financiera que atienda los derechos y necesidades de los países en desarrollo y las asimetrías existentes en el comercio mundial, resultado de siglos de explotación que ha perpetuado el subdesarrollo y la dependencia.
Es preciso que los países en desarrollo alcancen un alto desarrollo tecnológico que les permita superar las deficiencias estructurales. De igual forma, necesitan un mayor acceso a la financiación en condiciones favorables.
Son necesarias soluciones integrales, en la que participen todos los Estados y no se excluya a ningún país. El sistema multilateral del comercio no puede ser usado para imponer los intereses de algunas potencias. No podemos aceptar la implementación de prácticas proteccionistas y discriminatorias que obstaculizan los esfuerzos de desarrollo de nuestros países. Es por ello, que rechazamos las acciones unilaterales o coercitivas de unos pocos Estados, que socavan el marco multilateral existente, en detrimento de las soluciones multilaterales que se requieren para superar los desafíos que enfrentamos.
Cuba rechaza la aplicación de medidas económicas coercitivas unilaterales, incompatibles con el Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas, y que impiden la plena consecución de nuestros derechos, entre ellos el derecho al desarrollo, así como el cumplimiento de la Agenda 2030.
Como resultado del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el Gobierno de EE.UU. a nuestro país, la economía cubana ha experimentado presiones extraordinarias, que se manifiestan en la industria, las prestaciones de servicios, la escasez de los alimentos y medicinas y el deterioro del nivel de consumo y bienestar general de la población.
No obstante, a pesar de los obstáculos que nos imponen, Cuba avanza. Enfrentamos la Covid-19 con vacunas propias y pudimos colaborar modestamente con el envío de 58 brigadas médicas a 42 países y territorios, en el peor momento de la pandemia. Además, expertos e instituciones médicas de Cuba han continuado compartiendo sistemáticamente con varios países del Sur las experiencias, prácticas y protocolos médicos desarrollados por nuestra nación.
Señora Presidenta,
Cuba aspira a que predomine en el mundo la solidaridad y la cooperación. Hoy son más relevantes que nunca el multilateralismo y el papel de las Naciones Unidas en la promoción del desarrollo. Actuemos de conjunto ahora en favor de las generaciones futuras. Busquemos soluciones globales y sostenibles a largo plazo y hagamos frente a la injusticia, la coerción y la injerencia. Permítame concluir reafirmando el compromiso de Cuba con el desarrollo pleno de todos los pueblos y naciones del mundo.
Muchas gracias.