Distinguidos Embajadores Gladys Mokhawa y Fergal Mythen, estimados colegas:
Permítanme comenzar reafirmando que Cuba concede la mayor importancia al adelanto de las mujeres. La igualdad de género, el empoderamiento de las mujeres y la erradicación de todas las formas de violencia y discriminación contra ellas son objetivos que Cuba comparte plenamente. Nuestro país ha dado pasos significativos en esta materia.
Cuba se enorgullece en ser miembro de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW). Apoyamos firmemente su mandato, como el más importante órgano intergubernamental internacional dedicado exclusivamente a la promoción de la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer.
Permítanme compartir con ustedes algunos comentarios generales sobre el proceso intergubernamental que iniciamos hoy para explorar opciones sobre la revitalización de la CSW.
Es imprescindible que este proceso no conduzca al debilitamiento, alteración o desnaturalización del mandato de la CSW, ni disminuya su papel esencial de seguimiento y monitoreo integral a la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing. No deben favorecerse un grupo de áreas críticas sobre otras ni socavarse el papel de la Comisión como foro principal para promover la implementación de la BDPA, cuyos preceptos mantienen plena vigencia.
Observamos positivamente que este proceso se desarrolle abierto a la participación de todos los Estados miembros de la ONU en pie de igualdad.
Creemos que éste es el formato adecuado. Dicho proceso debe llevarse a cabo sin prisas innecesarias. Su resultado final debería adoptarse por consenso.
Consideramos que las discusiones sobre la revitalización de la CSW deben dar prioridad al fortalecimiento del pilar del desarrollo en el trabajo de la Comisión. El desarrollo es un requisito previo para el avance de las mujeres y la promoción y protección de sus derechos humanos. Cualquier paso que se dé para reforzar el papel de la CSW en esta dirección beneficiará sin duda a las mujeres y a las niñas.
También sugerimos centrar nuestras deliberaciones en los resultados anuales de la CSW y en las medidas que deben adoptarse para garantizar su adecuada implementación.
Por último, mi delegación desea subrayar que entiende que este proceso no debe utilizarse en modo alguno como medio para establecer criterios específicos de elegibilidad para formar parte del órgano, ni para establecer cláusulas de exclusión de miembros.
Un planteamiento de este tipo no sólo iría en contra del mandato de este proceso intergubernamental, sino que correría el riesgo de politizar la Comisión y socavaría el objetivo primordial de su labor, que es el empoderamiento de la mujer mediante la plena aplicación de la Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing.
Mi delegación está dispuesta a participar constructivamente en este proceso. Cuenten con Cuba para avanzar en el objetivo compartido de trabajar juntos por tener una CSW adecuada a sus propósitos, reafirmando al mismo tiempo su mandato.
Muchas gracias