Excma. Sra. Anna Karin Eneström, Representante Permanente de Suecia,
Excmo. Sr. Claver Gatete, Representante Permanente de Ruanda,
Excelencias y colegas:
Tengo el honor de realizar esta intervención en nombre del G77+China.
Para empezar, quisiera agradecer a los cofacilitadores por convocar estos análisis temáticos a fondo. Acogemos con especial satisfacción el tema de hoy, "Inclusión digital y conectividad", ya que se trata de una de las áreas prioritarias más importantes para los miembros del Grupo. Sin embargo, nos gustaría indicar que los temas de análisis a fondo elegidos no deben prejuzgar la decisión intergubernamental sobre los temas finales que se incluirán en el Pacto Digital Mundial.
Una vez más, subrayamos la importancia de garantizar las sinergias y evitar la duplicación entre las diversas entidades y procesos relacionados con la cooperación digital mundial, y de aprovechar lo que ya se ha logrado, como una petición transversal en todo nuestro debate sobre el PDM. Para ello, quisiéramos destacar otras importantes plataformas existentes en este sentido, como la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), el Foro para la Gobernanza de Internet y la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI).
El potencial de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) debe aprovecharse para promover la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, con vistas a construir una Sociedad de la Información centrada en las personas, inclusiva y orientada al desarrollo, con la ciencia en su centro.
Las TIC deben considerarse herramientas y no un fin en sí mismas. En condiciones favorables, estas tecnologías pueden ser un poderoso instrumento que aumente la productividad, la innovación y el crecimiento económico, mejore la calidad de vida de todos y fomente el diálogo entre personas, naciones y civilizaciones.
La pandemia de la COVID-19 aceleró el ritmo de la transformación digital y demostró cómo las TIC se han convertido en parte esencial de la vida. Al mismo tiempo, la pandemia ha dejado al descubierto las desigualdades existentes en el ámbito digital y ha puesto de relieve el riesgo de que la brecha digital se convierta en la nueva cara de la brecha del desarrollo.
Los beneficios de la revolución de las tecnologías de la información están hoy desigualmente repartidos entre los países desarrollados y los países en desarrollo, así como dentro de las sociedades. La falta de acceso a internet es más frecuente en los países en desarrollo, donde vive el 96 por ciento de la población mundial sin conexión a internet, reconociendo además que persiste una brecha digital de género en todo el mundo. Esta brecha digital debe convertirse en una oportunidad digital para todos. El acceso universal, equitativo y asequible a las infraestructuras y servicios de las TIC constituye uno de los retos de la Sociedad de la Información. En este sentido, la conectividad debe garantizarse de conformidad con la legislación nacional de cada país.
Para promover este objetivo, acelerar los esfuerzos para proporcionar una conectividad y un acceso universales y asequibles a internet para el 2030 es un agente habilitador central en la construcción de la Sociedad de la Información y debe ser un pilar central del PDM.
Esto es crucial porque una infraestructura de redes y aplicaciones de información y comunicación bien desarrollada, adaptada a las condiciones regionales, nacionales y locales, de fácil acceso y asequible, y que haga un mayor uso de la banda ancha y otras tecnologías innovadoras cuando sea posible, puede acelerar el progreso social y económico de los países, y el bienestar de todas las personas, comunidades y pueblos.
En este ámbito, los países en desarrollo se enfrentan a factores comunes, detrás de la brecha digital se encuentran la falta de infraestructuras, el elevado costo de los equipos digitales, la falta de competencias digitales y de alfabetización, que deben abordarse mediante el aumento de las inversiones en infraestructuras digitales, la transferencia de tecnología a los países en desarrollo, la solidaridad y la cooperación y el desarrollo de capacidades. El Pacto Digital Mundial también debe avanzar y promover la cooperación internacional, así como el desarrollo y la asistencia técnica para abordar estas cuestiones, y promover nuevos e innovadores modelos de inversión, financieros y de financiación para mejorar la conectividad y no dejar a ningún país ni a nadie atrás. El Pacto Digital Mundial debe, además, ser el catalizador para el desarrollo de estrategias viables para reducir rápidamente el costo de las tecnologías de la información y la comunicación.
Más allá del problema del acceso, la falta de capacidad para comprometerse de manera significativa con las TIC y los productos relacionados con estas, incluidas las tecnologías de vanguardia, sigue siendo un problema clave para los países en desarrollo. Insistimos en que el Pacto Digital Mundial debe centrarse en la acuciante necesidad de abordar los principales impedimentos estructurales a los que se enfrentan los países en desarrollo para comprometerse con las tecnologías nuevas y emergentes y acceder a ellas.
La exclusión digital trasciende el género, la demografía y la geografía, y es un obstáculo importante para aprovechar las ventajas de las TIC. Por lo tanto, es necesario encontrar un terreno común en cuanto a cómo podemos fomentar la inclusión, garantizando también que quienes viven en situaciones vulnerables se beneficien de las tecnologías digitales, y que se respeten y promuevan las costumbres, lenguas y conocimientos tradicionales de los pueblos indígenas.
Es importante evitar la politización innecesaria de las cuestiones técnicas para promover un entorno abierto, justo, integrador y no discriminatorio para el desarrollo de las tecnologías digitales en los países en desarrollo.
Para lograr todo esto, es necesario aumentar la confianza en el uso de las TIC, crear un entorno propicio en todos los niveles, mejorar las competencias y la alfabetización digitales, desarrollar y ampliar las aplicaciones beneficiosas de las TIC y fomentar y respetar la diversidad cultural. El Pacto Digital Mundial debe fomentar la cooperación internacional y regional en estas cuestiones y garantizar la capacidad de todos para acceder, contribuir y compartir información, ideas y conocimientos.
El Grupo también considera que otras cuestiones que repercuten significativamente en la brecha digital son el monopolio tecnológico, la promulgación y aplicación de medidas económicas, financieras o comerciales unilaterales, la ausencia de un diálogo coherente y de mecanismos institucionalizados para compartir conocimientos, experiencias, pericia y tecnologías, y la necesidad de mejorar los marcos normativos.
El G77+China reitera su compromiso de participar activamente en este importantísimo proceso intergubernamental y espera alcanzar un resultado conciso, orientado a la acción y acordado por consenso a través de negociaciones intergubernamentales.
Muchas gracias.