Intervención del Embajador Ernesto Soberón Guzmán en reunión plenaria de la AGNU sobre uso del veto en el Consejo de Seguridad bajo el tema “Admisión de nuevos miembros” (Estado de Palestina).

Intervención del Embajador Ernesto Soberón Guzmán, Representante Permanente de Cuba ante las Naciones Unidas, en reunión plenaria de la AGNU sobre uso del veto en el Consejo de Seguridad bajo el tema “Admisión de nuevos miembros” (Estado de Palestina).

Nueva York, 1 de mayo de 2024.

Señor Presidente:

Suscribimos la intervención de Uganda en nombre del Movimiento de Países No Alineados.

Resulta vergonzoso que, una vez más, el gobierno de los Estados Unidos haya impedido la realización de las legítimas aspiraciones del pueblo palestino.

Con su más reciente veto en el Consejo de Seguridad, se privó al Estado de Palestina de su derecho a ingresar en las Naciones Unidas como miembro pleno.

El ingreso de Palestina a la ONU es uno de los primeros e imprescindibles pasos que se requieren con urgencia para lograr una solución al conflicto.

Debe revertirse, sin más demora, la injusticia histórica. El Estado de Palestina ha sido reconocido por más de 140 países, incluyendo Cuba. Es un miembro activo de la comunidad internacional y los foros multilaterales. Es sujeto de derechos y obligaciones en diversos instrumentos internacionales. Sin duda alguna, se han ganado el derecho a la membresía plena en las Naciones Unidas.

Señor Presidente:

Debe cesar la impunidad con que actúa el gobierno de Israel, que solo puede explicarse por su confianza en que no tendrá que rendir cuentas por sus actos, en tanto cuenta con el respaldo del gobierno de los Estados Unidos y de otros aliados en la OTAN.

Rechazamos enérgicamente las declaraciones del representante de Israel en relación con Cuba. Israel no tiene autoridad moral alguna para dar lecciones sobre derechos humanos. Solo trata de desviar la atención de sus crímenes de genocidio, lesa humanidad y apartheid, que se vienen configurando desde hace 75 años contra el pueblo palestino en el propio territorio palestino y que, en la actualidad, adquieren proporciones extremas.

¿De qué derechos humanos puede hablar el representante de Israel si su gobierno ha asesinado a más de 34 mil palestinos, la gran mayoría mujeres y niños, en los últimos siete meses de escalada del conflicto? ¿Tiene algo de humanidad el desplazamiento forzoso por Israel de casi 2 millones de palestinos de Gaza o el bombardeo a hospitales, escuelas y refugios de civiles? ¿Hay algo de humanidad en el castigo colectivo de Israel a los palestinos, cuando los que no son exterminados por las armas se condenan igualmente a la muerte por hambruna y enfermedades en catastróficas condiciones humanitarias sin precedentes?

Las atroces acciones que lleva a cabo Israel no solo han afectado al pueblo palestino, también han sido víctimas de dichos crímenes, personal de las agencias de Naciones Unidas y otros actores internacionales y representantes de diversas organizaciones de la sociedad civil enfrascados en labores humanitarias.

En el sistema de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, incluyendo el Consejo de Derechos Humanos y la Oficina del Alto Comisionado, existen mandatos y mecanismos bien establecidos que de manera sistemática Israel incumple impunemente, y que están enfocados en dar seguimiento a las sostenidas y flagrantes violaciones de derechos humanos cometidas por Israel en los territorios palestinos y otros territorios árabes ocupados.

La realidad ha demostrado la imperiosa necesidad de preservar el tema 7 de la Agenda del Consejo de Derechos Humanos.

Señor Presidente:

Es inaceptable que el Consejo de Seguridad continúe sin hacer cumplir sus propias resoluciones para poner fin a los desmanes de Israel, de los que Estados Unidos ha sido cómplice históricamente, al obstruir y usar el veto de manera reiterada para impedir la acción del órgano, socavando la paz, la seguridad y la estabilidad regionales.

El mundo está siendo testigo del sufrimiento indecible del pueblo palestino. A pesar de las continuas demandas de un cese al fuego inmediato y los reclamos de poner fin a la masacre, a las fragrantes violaciones de los derechos humanos y al castigo colectivo en curso, continúan los bombardeos indiscriminados, los asesinatos de civiles, los desplazamientos forzados, la destrucción de viviendas, hospitales e infraestructura civil, que empeoran la precaria situación humanitaria en la Franja de Gaza.

Reiteramos nuestra enérgica demanda de un cese al fuego inmediato y permanente en los territorios palestinos ilegalmente ocupados.

Urge detener el genocidio y poner fin a las políticas y prácticas ilegales colonizadoras que han persistido durante más de siete décadas.

Señor Presidente:

Reafirmamos la necesidad impostergable de una solución amplia, justa y duradera al conflicto israelí-palestino, sobre la base de la creación de dos Estados, que permita al pueblo palestino ejercer su derecho a la libre determinación y a disponer de un Estado independiente y soberano dentro de las fronteras anteriores a 1967, con Jerusalén Oriental como su capital y que garantice igualmente el derecho al retorno de los refugiados.

Ante la parálisis del Consejo de Seguridad, abogamos por la convocatoria urgente de una Conferencia de Paz, bajo los auspicios de esta Asamblea General, dirigida a preservar los derechos inalienables del pueblo palestino y detener el genocidio en curso.

El pueblo palestino requiere del firme apoyo de la Asamblea General. Cada minuto de impunidad, de pasividad, de dobles raseros o de silencio, costará más vidas de inocentes. La comunidad internacional tiene que actuar ya.

Cuba reitera su invariable solidaridad con la causa Palestina y reafirma que jamás estará entre los indiferentes.

Muchas gracias.