Nueva York, 30 de mayo de 2023.
Señor Presidente,
Cuba es una nación orgullosamente mestiza, como lo son nuestras tradiciones, idiosincrasia, religiosidad y cultura popular. La herencia africana que enriquece nuestra identidad, es un elemento fundamental de todo lo cubano.
La apología del odio, la xenofobia, la intolerancia y las ideas racistas son ajenas a la vida política, social y económica del país y están prohibidas por ley.
Sobre estas sólidas bases, y nuestro absoluto compromiso para contribuir a la implementación de la Declaración y el Programa de Acción de Durban, hemos continuado avanzando en el Programa Nacional contra el Racismo y la Discriminación Racial, aprobado en 2019 bajo la conducción del Presidente de la República.
Este programa ha permitido identificar brechas de inequidad racializadas y trabajar para la completa eliminación de las manifestaciones de racismo y discriminación que puedan subsistir en la subjetividad de algunos y en el entorno social.
También se ha actualizado el programa cubano del Decenio Internacional de los Afrodescendientes.
En estos esfuerzos, además de la voluntad política del Estado y el Gobierno de construir una sociedad cada vez más justa, ha sido fundamental el papel de la sociedad civil cubana. Se ha mantenido el diálogo e intercambio con las organizaciones y ciudadanos que tienen una labor destacada y reconocida en el activismo antirracista, incluso a nivel comunitario.
La ejecutoria y posición antirracista de Cuba es bien conocida, y fue lo que motivó que mi delegación tuviera una muy activa participación en las negociaciones y proceso de adopción de la resolución 75/314 de la Asamblea General, mediante la cual se estableció este foro.
Muchas gracias.