Intervención del Embajador Yusnier Romero Puentes, Representante Permanente Alterno de Cuba ante las Naciones Unidas, en la discusión general del tema 73: “Promoción y protección de los derechos humanos”.

Nueva York, 17 de octubre de 2023.

Señor Presidente,

Cuba comparte la causa de la promoción y protección de todos los derechos humanos para todas las personas. Esta cuestión debe abordarse sobre la base de los principios de universalidad, objetividad y no discriminación.

En el año de su trigésimo aniversario, reafirmamos la Declaración y Programa de Acción de Viena, que mantiene su vigencia y debe continuar guiando los esfuerzos de la comunidad internacional.

Sin embargo, y en franca contradicción con lo estipulado en esta Declaración, continúa privilegiándose un grupo de derechos, casi siempre civiles y políticos, mientras se desconocen los derechos al desarrollo, a la paz, a un medioambiente sano y a la solidaridad internacional. Avanzan las prácticas selectivas, enfoques punitivos y dobles raseros, en particular contra países en desarrollo, al abordar la cuestión de los derechos humanos, lo cual solo contribuye a la politización y la confrontación.

Urge evitar que estas nocivas prácticas se entronicen en la maquinaria de derechos humanos de la ONU, incluyendo el Consejo de Derechos Humanos, sus procedimientos especiales y los órganos de tratados. No hacerlo pone en riesgo su credibilidad y la confianza de los Estados. Estas prácticas ya hicieron desaparecer la extinta Comisión.

Con miembro reelecto del Consejo, continuaremos aportando nuestra modesta contribución para evitar que avancen estas prácticas, y a favor del espíritu de cooperación y de un tratamiento balanceado, objetivo y no politizado de la cuestión de los derechos humanos.

Señor Presidente,

Preocupa particularmente la creciente manipulación de la información sobre la cuestión de los derechos humanos, incluyendo el uso de las redes sociales y las plataformas digitales para presentar una imagen distorsionada de la realidad, y difundir información falsa, tergiversada e incompleta, con vistas a justificar ante el mundo agendas subversivas e intervencionistas, que son contrarias a la Carta de la ONU y el derecho internacional, y nada tienen que ver con los derechos humanos.

Si verdaderamente se quiere hacer avanzar la causa de los derechos humanos, debe sustituirse el actual orden internacional por uno más justo, equitativo y democrático; fomentar el diálogo y la cooperación; respetar el derecho a la libre determinación de los pueblos; redoblar esfuerzos para lograr el desarrollo sostenible, erradicar el hambre y la pobreza, y asegurar el acceso a servicios de salud y educación de calidad; y dejar de aplicar medidas coercitivas unilaterales, que tienen un impacto muy negativo sobre los derechos humanos.

Desde hace más de 6 décadas, el pueblo cubano vive bajo el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos. Esta política hostil constituye una violación flagrante, masiva y sistemática de los derechos humanos de todos los cubanos. Viola la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional; y es el principal obstáculo a nuestro desarrollo. El bloqueo es un crimen, con el declarado propósito de asfixiar a Cuba.

Cínicamente, Estados Unidos manipula la cuestión de los derechos humanos para justificar su política de máxima presión contra Cuba. No puede tener una genuina preocupación por los derechos humanos, quien mantiene en pie esta criminal política, que impacta directa, cotidiana y muy negativamente en la calidad de vida de nuestro pueblo, y en los esfuerzos del país para promover y proteger todos los derechos para todas las personas.

Denunciamos además que Estados Unidos no tiene moral ni mandato internacional alguno para la elaboración de listas unilaterales cuyo único propósito es singularizar a países en desarrollo, al servicio de sus propios intereses. Listas como la de Estados que supuestamente patrocinan el terrorismo o la de países que supuestamente violan la libertad religiosa, son una afrenta al multilateralismo. La injustificable inclusión de Cuba en estas listas no tiene otro fundamento que el interés de ejercer presión sobre mi país.

Este falso paladín, es el mismo que, a pesar de todas sus riquezas y desarrollo, no logra resolver los graves problemas en materia de derechos humanos que sufre su población, y que ha cometido, en nombre de la libertad y los derechos humanos, graves atrocidades contra estos mismos derechos.

Señor Presidente,

La soberbia intrínseca a su falso “excepcionalismo” no permite al gobierno de Estados Unidos entender que su política de hostilidad no podrá asfixiar la voluntad y resistencia creadora de nuestro pueblo. Nada nos detendrá en el afán de construir una sociedad cada vez más justa e inclusiva para todos, por el camino que hemos escogido libremente, le guste o no al gobierno de Estados Unidos.

Muchas gracias.