10 De Marzo, El Golpe

La madrugada en que comenzaron a asesinar a 20 000 cubanos

«… Fulgencio Batista asesinó a 20 000 cubanos en siete años, una proporción de la población de Cuba mayor que la de los norteamericanos que murieron en las dos grandes guerras mundiales (…)». John F. Kennedy, 6 de octubre de 1960

Ante la desfavorable posición en que aparecía en las encuestas de la intención de voto, en diciembre de 1951, para las elecciones presidenciales del mes de junio de 1952, Fulgencio Batista decide dar un golpe de Estado.

Está alejado de sus contrincantes, con apenas el 14 % de aceptación popular, y sabe que la contienda sería entre los ortodoxos, con Roberto  Agramonte  como candidato (29 %), y la coalición auténtica (aún con tres aspirantes: Carlos Hevia, 17 %; Félix Lancis 6 %; y Tony Varona , 4 %).

Al filo de las 2:00 a.m., una caravana de autos circulaba rumbo al campamento militar de Columbia, donde ya la esperaba, en la posta de entrada, el complotado oficial de guardia, capitán Dámaso Sogo. Batista viajaba protegido por el capitán Luis Robaina Piedra y por el teniente retirado Francisco Tabernilla. Como medida de seguridad, dos carros se mantenían como escoltas, uno delante y otro detrás del que ocupaba el general.

Batista y sus golpistas acompañantes penetraron en el campamento militar, «como Pedro por su casa», muy fácilmente, sin encontrar ninguna resistencia, como lo habían previsto. Esa fría madrugada comenzó el asesinato de más de 20 000 cubanos en casi siete años de tiranía.

El golpe de Estado mostró el fracaso de la democracia representativa por su sistema  inconstitucional, violatorio de los ideales del pueblo cubano señalados en la Constitución de 1940. El nuevo gobierno, y más que los anteriores, se convirtió en un fiel representante de los intereses estadounidenses en Cuba.

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