Estimados colegas y amigos que han apostado por Cuba:
Mi saludo a todas las autoridades, organizadores, intelectuales, escritores y público en general asistente a este importante evento. Quiero, ante todo, expresarles el respeto y el agradecimiento por el reconocimiento que se le hace a la literatura cubana en este importante evento cultural.
Para mí, como escritor e intelectual cubano es un grandísimo honor pronunciar estas palabras inaugurales en nombre de la delegación cubana que asiste a esta edición sesenta y siete de la Feria Internacional del Libro de Belgrado, 2024. Este evento es considerado uno de los espacios literarios más antiguos e importantes de Europa. Se erige esta como una auténtica plaza de intercambio entre editores, autores, libreros, bibliotecarios y otros especialistas que laboran para llevar la literatura a los diversos públicos lectores. A esto se le suma el espacio académico o de socialización a través de conferencias, encuentros con los autores, foros y talleres que son muy necesarios para la promoción de la lectura en un mundo cada vez más digital, en el que debemos soñar con una mayor coherencia de nuestras estrategias de promoción para que la magia del libro no muera.
La literatura de esta nación data de la Edad Media y en la actualidad ha constituido un referente para los escritores latinoamericanos y del mundo. El histórico texto El Evangelio de Miroslaves, uno de los más conocidos por su estilo y por lo que representa para la historia de la literatura universal, ejerció desde su creación una influencia considerable en los manuscritos aparecidos luego en la Europa Medieval. Recuerdo que en mi estancia como Embajador Alterno de Cuba ante la UNESCO -en el año 2005- este memorable texto se incluyó en la Lista Memoria del Mundo.
La cultura literaria serbia ha sido enriquecida por canciones líricas y poemas épicos interpretados y acompañados por instrumentos musicales tradicionales que gracias a la oralidad fueron transmitidos de generación en generación. Estos textos se han convertido en símbolo significativo para la identidad del pueblo serbio.
Recorrer la historia de la literatura de Serbia en estas breves palabras será un reto, pero sí quiero hacer énfasis en algunos nombres que han sido referentes literarios para América Latina, sobre todo, en el siglo XX donde se desarrollaron exponentes de la literatura serbia con mucho prestigio. Un ejemplo notable es el novelista, poeta y ensayista Ivo Andrić, Premio Nobel de Literatura en el año 1961, el escritor y académico Meša Selimović, el novelista y teórico literario Danilo Kiš, el escritor y político Dobrica Ćosić y uno de los autores contemporáneos más conocido como el recién desaparecido Goran Petrović, por solo citar algunos nombres de reconocimiento universal.
Las relaciones diplomáticas y culturales entre los pueblos de Serbia y Cuba son históricas y poseen grandes potencialidades en el contexto de la aldea global en que se ha convertido el mundo. Precisamente este espacio de confluencias de nuestras producciones literarias es un ejemplo del trabajo de intercambio creativo que siempre hemos basado en el respeto mutuo y la cooperación solidaria.
El Comandante en Jefe Fidel Castro, el mítico comandante Ernesto Che Guevara, el General de Ejército Raúl Castro Ruz, el Presidente de la República de Cuba y Primer Secretario del Partido Comunista de la Isla Miguel Díaz-Canel Bermúdez, el Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Esteban Lazo Hernández y otros dirigentes del gobierno cubano han visitado esta hermana nación.
Relaciones socio-culturales que se han estrechado cada día más entre ambos países con la firma de convenios de colaboración donde varias manifestaciones artísticas se han visto favorecidas como, por ejemplo: el teatro, la música, la danza, el cine, las artes visuales, las bibliotecas, los museos y la literatura. Que estemos hoy aquí un grupo de escritores e intelectuales cubanos en la sesenta y seis Feria Internacional del Libro presididos por el poeta y ministro de Cultura Alpidio Alonso Grau, es una muestra del compromiso mutuo para preservar y promover las identidades culturales de ambos países. Aspiramos a que se fortalezcan con estas relaciones los genuinos vínculos de amistad entre La Habana y Belgrado.
Estimados colegas, amigos, el idioma serbio es ilustrativo de las más genuinas expresiones literarias de un pueblo que ha forjado su identidad en este peculiar enclave entre Oriente y Occidente. Con ello se han alcanzado altos grados de sensibilidad poética a la vez que un altísimo nivel académico. En sus más diversas manifestaciones la cultura serbia goza de reconocimiento mundial, por lo que resulta muy difícil para mí seleccionar un solo tema de este rico y potente cuerpo identitario.
Por tal razón permítanme concluir con un pensamiento del más grande poeta y revolucionario cubano, uno de los iniciadores del modernismo literario y Apóstol de nuestra independencia José Martí al referirse a las letras que alumbran con luz cenital esta Feria Internacional. Escribió José Martí: “Son las letras como madre generosa sobre cuyas rodillas se apaciguan las fugaces querellas de sus hijos (…) Es necesario que debajo de las letras sangre un alma…”, porque al final como también expresó el cubano más ilustre “las obras magnas de las letras han sido siempre expresión de épocas magnas…quien sepa de letras será justo.
La cultura cubana quiere expresar con estas palabras su gratitud a los nobles animadores de esta fiesta universal de la literatura.
Muchas gracias.
Miguel Barnet
