«Una muestra más de la vulgar e injerencista política de subversión y descrédito del imperio contra la Revolución Cubana. Cuba es soberana e independiente, no nos sometemos ante nadie», escribió el mandatario de la Isla en su cuenta en la red social Twitter.
El Presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, rechazó la más reciente campaña de eurodiputados contra Cuba. «Una muestra más de la vulgar e injerencista política de subversión y descrédito del imperio contra la Revolución Cubana. Cuba es soberana e independiente, no nos sometemos ante nadie», escribió el mandatario de la Isla en su cuenta en la red social Twitter.
¿De qué se trata? Una vez más algún que otro eurodiputado utiliza un salón de esa institución en Bruselas para reunir a varios contrarrevolucionarios de origen cubano y «alma» de no se sabe quién, para arremeter contra Cuba con las más burdas mentiras de las recicladas por todos esos grupos que han hecho de estos convites un negocio.
Para esos fines, Estados Unidos ha destinado no menos de 20 millones de dólares, asunto que bien conocen los interesados en viajar a Miami o a Europa y en ambos escenarios sacar sus viejos discursos y reciclarlos ante un público contaminado por la propaganda anticubana.
Esta vez los organizadores de la componenda fueron el eurodiputado español del Partido Ciudadanos, José Ramón Bauzá, y la ong Civil Rights Defenders.
Del personaje en cuestión se conoce su militancia en el pp, de extrema derecha, y ahora en Ciudadanos, a la que llega con toda la experiencia anterior, que en época de José María Aznar estableció la llamada «Posición Común» contra Cuba. Parece que este señor ha ignorado que por decisión soberana de la Isla y de la Unión Europea, la llamada «Posición Común» dejó de existir y en su lugar se aboga por el respeto y la colaboración mutua.
Al «invento» o farsa de ese grupo de la Eurocámara, esta vez se le puso el nombre de «Cartas de la sociedad civil cubana», con la añadidura de reclamo de «democracia» y «libertad de expresión» para Cuba.
Es la misma cantaleta de hace décadas o mejor dicho desde que Estados Unidos paga, algún eurodiputado organiza y otros asalariados desde la Isla, Miami o la propia Europa, se prestan para tan miserable chanchullo.
En esta oportunidad los grupos europeos de solidaridad con Cuba, así como cubanos residentes en naciones del Viejo Continente, abortaron el intento de quienes querían «hacer bulla», sin que importara la propia situación en algunas naciones de esa región o la política cruel y genocida de Estados Unidos que mantiene y fortalece el bloqueo económico y comercial contra nuestro país.
La fórmula de algunos eurodiputados no es nueva. Por ejemplo, en 2010 también se armó un convite similar y se quiso llevar desde Cuba a cuatro contrarrevolucionarios invitados por el Partido Popular Europeo, que trasladarían la «verdadera» situación de la Isla al entonces presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek.
Se pretendía en aquella oportunidad lograr que la UE no cambiara su Posición Común contra Cuba. Ahora, cuando ya ese engendro no existe, me imagino que los contrarrevolucionarios invitados y los organizadores de la cita querrían llamar a que se regrese a los años de la confrontación y la falta de diálogo mutuo.
Así son las cosas y hasta las «Cartas» mal escritas para la escenificación de un nuevo show dentro de la Eurocámara.