«Inicialmente llegamos a tener en ideas y diseños más de 40 posibles variantes de candidatos vacunales. En todos los casos, basados en las plataformas tecnológicas con las que contamos en nuestras instituciones», refirió el presidente de BioCubaFarma
Autor: Maylenis Oliva Perrales | internet@granma.cu
30 de diciembre de 2021 10:12:02
El hecho de que Cuba sea el primer país de América Latina y el Caribe en disponer de vacunas contra la COVID-19 no ha sido casual. Dicho resultado responde a la experiencia adquirida, a lo largo de más de 30 años, en el desarrollo y producción de vacunas con sello nacional, explica en un artículo publicado en Cubadebate el Doctor Eduardo Martínez Díaz, presidente de BioCubaFarma.
Toda esa experiencia acumulada en más de 30 años, detalló, ha servido de base para poder actuar con rapidez y llegar a tener vacunas seguras y efectivas contra el nuevo coronavirus, junto al diseño de una estrategia propia de cara a la COVID-19.
Al respecto, el presidente de BioCubaFarma resaltó que ese diseño ha tenido tres importantes inspiraciones, la convicción aprendida del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y el General de Ejército Raúl Castro Ruz de que «sí se puede»; el reto lanzado por el Presidente Díaz-Canel de trabajar fuerte para tener soberanía con nuestras propias vacunas y la capacidad de lucha y victoria de nuestro pueblo.
«La estrategia se basó en tres pilares fundamentales: el desarrollo alcanzado por la Industria Biofarmacéutica cubana, con gran experiencia en la investigación, desarrollo y producción de vacunas; contar con científicos y tecnólogos experimentados, comprometidos con la patria y la Revolución y la unidad e integración entre las entidades de BioCubaFarma y de estas con el Sistema Nacional de Salud», aseguró Martínez Díaz.
Dijo, además, que la estrategia fue concebida en equipo, con la participación de varias entidades y centros de investigación; conciliada con el Ministerio de Salud Pública y acompañada por la máxima dirección del país.
«Inicialmente llegamos a tener en ideas y diseños más de 40 posibles variantes de candidatos vacunales. En todos los casos, basados en las plataformas tecnológicas con las que contamos en nuestras instituciones», refirió el directivo, quien agregó, que la decisión de avanzar en las cinco variantes formó parte del concepto estratégico de disminuir el riesgo.
«A partir de los resultados que se han obtenido podemos afirmar que la estrategia cubana de desarrollo de vacunas contra la COVID-19 funcionó, lo que nos permitió cumplir con el compromiso de inmunizar a nuestra población antes de finalizar el 2021 con vacunas propias», afirmó el Doctor Eduardo Díaz.
«También continuamos trabajando en una nueva generación de vacunas contra la COVID-19 que incremente, tanto la efectividad en evitar la infección viral como su trasmisión. La estrategia trazada sigue avanzando y tendremos nuevos resultados», concluyó.
El directivo precisó que hoy la Industria Biofarmacéutica cubana fabrica ocho de las vacunas que se utilizan en el programa ampliado de inmunización, lo que permite una cobertura de vacunación cercana al 100 %, con impacto significativo en la eliminación de varias enfermedades infecciosas y la reducción de la tasa de incidencia de otras.
Entre ellas destacó la vacuna anti meningocócica BC; la vacuna contra el Haemophilus influenzae tipo B; y la vacuna pentavalente contra la Difteria, el Tétanos, la Tosferina, la Hepatitis B y el Haemophilus influenzae tipo B.
«Nuestras vacunas tienen prestigio internacional como lo demuestra que cientos de millones de dosis fabricadas en la Mayor de las Antillas han sido suministradas a más de cuarenta naciones», significó Martínez Díaz.