Con el eterno Harry Belafonte inicia el sitio web de la Embajada de Cuba en Estados Unidos la serie “Fidel, Absuelto por la Historia: Voces Estadounidenses en Diálogo con Cuba”

A medida que nos acercamos al 99 aniversario del Natalicio del Comandante en Jefe Fidel Castro, y de camino al centenario de su nacimiento, nuestra embajada inicia la serie de publicaciones semanales,  “Fidel, Absuelto por la Historia: Voces Estadounidenses en Diálogo con Cuba” basado en los textos del escritor y periodista cubano, Luis Baez que recogieron anécdotas y opiniones de figuras de relevancia nacional e internacional sobre  líder histórico de la Revolución Cubana.

El 22 de septiembre de 1960 Fidel Castro dijo en el Hotel Theresa de Harlem, Nueva York: “Me siento como quien camina en un desierto y se encuentra, de repente, en un oasis. (...) Una de las cosas más difíciles para nosotros es que siempre tenemos que explicar la diferencia entre el pueblo y aquellos que son responsables de actos a los que no se puede culpar al pueblo. (...) cualesquiera que sean las dificultades, siempre habrá amor para el pueblo de los Estados Unidos”.

Así sintió el joven líder revolucionario al pisar suelo estadounidense por primera vez. En medio del árido panorama político, descubrió algo profundo: la humanidad compartida que trasciende fronteras. Su distinción entre el pueblo y sus gobernantes– revelaba ya la lucidez que marcaría más de seis décadas de historia.

Hoy, cuando iniciamos esta travesía recogiendo voces prominentes de Estados Unidos sobre Fidel Castro, honramos ese mismo espíritu: escuchar más allá del ruido, más allá del odio que algunos intentan imponer.  Y reconocer que las miradas cruzadas –aun en la discrepancia– tejen la verdadera memoria histórica.

Rompemos con el gran Harry Belafonte, cantante, compositor, actor pionero y activista comprometido en la lucha contra el imperialismo, la opresión obrera y la discriminación racial.

Miembro destacado del movimiento por los derechos civiles, Belafonte se convertiría en amigo personal de Martin Luther King Jr. Una figura importante en la lucha contra el racismo y la discriminación por derecho propio, utilizó su riqueza y fama para defender y financiar el activismo antirracista, rescatando a activistas, financiando campañas de registro de votantes y financiando organizaciones que se oponían al racismo y promovían la liberación negra.

En la década de 1980, hizo campaña contra el apartheid en Sudáfrica y posteriormente coordinó la primera visita de Nelson Mandela a Estados Unidos. La oposición de Belafonte al apartheid formaba parte de una postura más amplia contra el imperialismo y la opresión en todo el mundo.

Recibió la Medalla de la Amistad que otorga la República de Cuba en reconocimiento a su solidaridad a lo largo de los años y cultivó una estrecha relación con Fidel Castro desde el inicio de la revolución.

En septiembre de 2003, Belafonte pronunció un discurso en Nueva York condenando el bloqueo estadounidense contra Cuba. Cuando se le preguntó por qué apoyaba al pueblo cubano, respondió:

“No lo considero un esfuerzo supremo”, dijo. “Es una forma de vida: si crees en la libertad, si crees en la justicia, si crees en la democracia, si crees en los derechos del pueblo, si crees en la armonía de toda la humanidad.”

Durante una entrevista ofrecida en ocasión de una de sus tantas visitas a Cuba dijo:

“Fidel (…) es único para su tiempo. Su presencia en el mundo mejoró la vida de millones de personas, no importa lo que digan, este hecho no puede negarse”

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