La presidenta Netumbo Nandi-Ndaitwah instó a la comunidad internacional a levantar las sanciones impuestas a Cuba, calificándolas de medidas ilegales que violan la soberanía y la Carta de las Naciones Unidas.
Durante su primer discurso en el 80º periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) en Nueva York, la presidenta realizó esta contundente declaración y subrayó que las sanciones contra la Mayor de las Antillas socavan la estabilidad económica, financiera y comercial, y amenazan su desarrollo.
“Las medidas coercitivas unilaterales no deben utilizarse como herramientas para socavar la soberanía de los Estados”, declaró, añadiendo que esto viola la Carta de las Naciones Unidas y sus principios y propósitos.
El llamado de Namibia a levantar las sanciones y a sacar a Cuba de la lista de países supuestamente patrocinadores del terrorismo, se produce luego de las denuncias realizadas por el miembro del Buró Político del Partido y ministro de Relaciones Exteriores de la Isla, Bruno Rodríguez Parrilla, durante la actualización del Informe de Cuba en virtud de la Resolución 79/7 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, titulada «Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba», correspondiente al periodo marzo 2024-febrero 2025.
La arcaica, injusta y criminal política del Gobierno estadounidense es el principal obstáculo al desarrollo y el bienestar de la sociedad cubana, además de ser una flagrante violación de los derechos humanos.
Recrudecido y con la absurda e igualmente injusta inclusión de Cuba en la lista de los países patrocinadores del terrorismo, se ha convertido en punta de lanza del enfermizo odio del poderoso imperio contra la Isla.
La presidenta Nandi-Ndaitwah confirmó el compromiso de Namibia con la paz, el multilateralismo, el desarrollo sostenible y la reforma global, y reiteró la demanda de su país de una reforma integral de la ONU, en particular una representación africana equitativa en el Consejo de Seguridad. «Debemos democratizar la gobernanza global y amplificar las voces marginadas», declaró.
Para concluir, reafirmó la dedicación de Namibia al derecho internacional, la solidaridad y la coexistencia pacífica. «Incluso la nación más pequeña tiene voz. Cuando esas voces se escuchen y se atiendan, prevalecerán la paz y la justicia duraderas», sentenció.