Cuba condecora a poeta peruano Arturo Corcuera

Recibió en La Habana la Medalla de la Cultura Nacional, por su trayectoria poética y lealtad con las grandes causas.

Además de las altas autoridades del Estado peruano que asistieron al funeral de Fidel Castro, fueron Arturo Corcuera y Hildebrando Pérez, dos de los tres poetas peruanos (el otro es Antonio Cisneros) que ganaron el Premio de Casa de las Américas en los sesenta años de vida que tiene la institución.

En meses pasados, el Ministerio de Cultura había anunciado al poeta Corcuera que se le había concedido la Medalla de la Cultura Nacional y solo se esperaba fijar la fecha, ocasión que se presentó ante la presencia del autor en la Habana. El acto se realizó en la Sala del Alba en el Ministerio de la Cultura, con la asistencia del embajador del Perú y representantes de la intelectualidad cubana.

El ministro cubano de Cultura, Abel Prieto, destacó en el acto su trayectoria poética y su lealtad con las grandes causas, colocándole en el pecho la medalla de la cultura. Enseguida cedió la palabras al reconocido poeta cubano Waldo Leyva, quien se refirió a la obra del homenajeado, quien reconoció a Corcuera como “poeta imprescindible de nuestra América… y compañero que siempre nos acompañó sin claudicar”.

Arturo Corcuera condecorado

Arturo Corcuera, a su vez, agradeció la distinción y rememoró algunos episodios de la amistad entre Cuba y Perú. “En estos momentos -dijo- en el que estamos sumidos en un enorme dolor, solo puedo hilvanar algunas palabras de agradecimiento por la medalla de la cultura que se me otorga,y que no solo me honra sino que me enorgullece, comprometiendo mi gratitud infinita, buena ocasión esta para para evocar la antigua amistad que une a nuestros pueblos. Recordemos que en la guerra de nuestra independencia hubo varios soldados cubanos que dejaron sus vidas en el campo de batalla.Y varios peruanos -los hermanos Prado- que lucharon por la Independencia de Cuba”.

“Me viene, asimismo, a la memoria la vez que Fidel encabezó una multitud de voluntarios cubanos que donaban su sangre para asistir a los sobrevivientes que la necesitaban con motivo del terremoto de 1970 en el Perú”, aseveró.

Recordó el histórico discurso del canciller Raúl Porras Barrenachea en la reunión de San José de Costa Rica, convocada por la OEA en l960, con el propósito de expulsar a Cuba y que en 1964, en Madrid, el embajador Félix Alvarez Brun le contó: “algo que tú no sabes. Yo era entonces secretario del doctor Porras y cuando nos dirigíamos al salón de la asamblea que cerraría el encuentro, me comentó que acababa de recibir instrucciones del presidente de que firmara el acuerdo que se aprobara por mayoría condenar a Cuba. Pero al mismo tiempo, he recibido un telegrama de un joven poeta, alumno mío, expresándome su fe de que no firmaré ningún documento que ofenda a la Revolución Cubana. ¿A quién escucho?, se preguntó y el mismo se respondió: la juventud y la poesía tienen la razón. No firmaré”.

Finalizó el acto con la lectura, por su parte, de de una oda a Fidel, que en parte dice: “Para hablar de Fidel/ hay que cederle la palabra al mar,/ pedir su testimonio a las montañas…El es América Negra/ es América Hispana/es América Andina,/ el perfil de Fidel/ es el perfil/ de América Latina”.

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