Cuba denuncia uso derechos humanos para interferir en asuntos internos de los Estados
Señor Presidente:
Agradecemos al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos por la actualización oral realizada del trabajo de la Oficina.
Coincidimos con él en su preocupación por la creciente polarización que se ha impuesto en los trabajos del Consejo de Derechos Humanos. La creación de este órgano hace diez años buscaba evitar esto, así como eliminar la politización, los dobles raseros y la selectividad imperante en la desacreditada Comisión de Derechos Humanos.
Lamentablemente, cada vez más se acrecientan estas deleznables prácticas en los trabajos del Consejo de Derechos Humanos.
Al ver cómo se utiliza este mismo tema por otros países para fomentar una discusión sobre la situación de derechos humanos, esencialmente en países del Sur, corresponde preguntarse si se está cumpliendo el mandato que se dio al crear este órgano.
Señor Presidente:
Lamentablemente, los derechos humanos sí son utilizados de forma inescrupulosa como un pretexto para interferir en los asuntos internos de Estados soberanos. Si no, cómo es posible que en este mismo órgano se obvien claras violaciones de derechos humanos por algunos países y se sobredimensionen o se tergiversen hechos en otros, con una clara finalidad política.
El respeto a la soberanía, independencia e integridad territorial, el derecho a la autodeterminación de los pueblos y la solución de conflictos por vías diplomáticas, deben ser una prioridad. Deben dejarse a un lado la imposición de medidas coercitivas o sanciones unilaterales, que son violatorias del Derecho Internacional de los Derechos Humanos.
En relación con Venezuela, Cuba reitera su más firme e incondicional solidaridad con el hermano pueblo venezolano, con el gobierno legítimo del Presidente Nicolás Maduro Moros y con la Revolución Bolivariana iniciada por el Comandante Hugo Chávez Frías, que enfrentan con firmeza la embestida desestabilizadora y la guerra económica y mediática de quienes pretenden barrer las conquistas políticas, sociales y económicas que han beneficiado a millones de ciudadanos que durante siglos vivieron en condiciones de pobreza, injusticia y desigualdad.
Señor Presidente:
El Alto Comisionado tiene grandes retos, a los que deberá responder evitando la selectividad, la politización y los dobles raseros, y privilegiando la cooperación y el diálogo.
Le alentamos a proveer respuestas a todas las preguntas y preocupaciones que han expresado los Estados en relación con la propuesta de reestructuración de su Oficina. Las recientes reuniones informativas en Ginebra han sido un paso positivo, pero una mejor y más completa información será necesaria para que los Estados puedan tomar una decisión informada sobre esta propuesta.
Igualmente, le urgimos a continuar impulsando, dentro de sus actuales prerrogativas, una mejor distribución geográfica en el personal de su Oficina.
Muchas gracias.