Cuba denunció en Ginebra, ante el Consejo de Derechos Humanos, el ataque terrorista contra la Embajada de la Isla en Francia, y acusó a Estados Unidos de promover la violencia.
Condenamos enérgicamente ese ataque terrorista. Responsabilizamos al Gobierno de Estados Unidos por sus continuas campañas, que instan a estas conductas, y por sus llamados a la violencia, señaló la representación cubana, según reporte de Prensa Latina.
Es público el financiamiento otorgado por Estados Unidos a individuos en Cuba y en el exterior para crear grupúsculos que fomenten el desorden interno, provoquen y realicen actos contra instituciones estatales y cometan acciones terroristas, enfatizó la denuncia.
Además, rechazó la inclusión de la nación caribeña en una lista unilateral de supuestos patrocinadores del terrorismo elaborada en Washington.
A finales de julio, la misión diplomática cubana en París fue agredida con tres cocteles molotov y, como consecuencia, ocurrió un incendio que fue controlado por los funcionarios que allí se encontraban. El atentado, lesivo a toda regla del Derecho Internacional, es parte de los esfuerzos desesperados de los enemigos de la Revolución de presentarle al mundo una Cuba en caos, que solo existe en las redes sociales y en los reportes de los medios financiados por los poderes interesados en subvertir el orden en la Mayor de las Antillas.
No es la primera vez que ocurren este tipo de agresiones contra legaciones cubanas. Antes de lo ocurrido en París, el 30 de abril de 2020, a las dos y cinco de la madrugada se produjo un ataque con arma de fuego contra la Embajada de Cuba ante Estados Unidos. El Departamento de Estado y el Gobierno de Estados Unidos, lamentablemente, han optado por silenciar este grave ataque terrorista. No han hecho ninguna declaración pública de condena a este hecho, ni de rechazo.
Cuba ha sido víctima de 713 actos terroristas, en su mayoría organizados, financiados y ejecutados por el Gobierno de Estados Unidos o por individuos y organizaciones que reciben refugio o actúan con impunidad en ese territorio. Estos actos han costado la vida a 3 478 y provocado incapacidades a 2 099 ciudadanos cubanos. Los daños humanos y perjuicios económicos se calculan en 181 mil millones de dólares. (Redacción Internacional)