Aun cuando continúan sin reportarse casos del nuevo coronavirus en la isla, las autoridades cubanas no han dejado de prepararse para enfrentar el Covid-19, desplegando de manera temprana una estrategia integral de prevención, en función, primero de la preparación y prevención, y de producirse finalmente la llegada del virus a la isla, de atender y controlar su propagación como corresponde y atenuar sus afectaciones.
Desde el mismo estallido del brote epidémico, a la par de expresar y reiterar de manera sistemática su solidaridad y apoyo a las autoridades chinas y reconocer el ejemplar manejo que estas han hecho de la epidemia, con una estrategia de enfrentamiento multidimensional que no ha descuidado ninguna de sus aristas y aspectos, las autoridades antillanas vienen brindando un estricto seguimiento a la situación, actualizando constantemente sus planes y medidas para la prevención y el control del Covid-19.
Apenas semanas después de conocerse los primeros casos de neumonía causada por nuevo coronavirus, y declararse la emergencia provincial y nacional el 20 de enero, las autoridades cubanas han mantenido un permanente seguimiento de la situación y comunicación con nuestra Embajada que permitió poner en práctica de manera oportuna las medidas necesarias para enfrentar la situación excepcional relacionada con el azote de la epidemia que afecta el país, las cuales se han venido actualizado por fases, en la misma medida esta ha evolucionado y las autoridades centrales y locales chinas han anunciado y puesto en vigor nuevas medidas de control y prevención.
Ello permitió el establecimiento de manera muy temprana, en la sede de la Embajada cubana, de un Puesto Médico con las condiciones mínimas para atender principales situaciones pudieran presentarse sobre todo con los menores, que contó inicialmente con la presencia de la Dra. Yamira Palacios, Jefa de la representación de Servicios Médicos cubanos en China y de la Brigada Médica cubana que labora en el país, y luego, a partir del 3 de febrero, de los doctores Ileana Álvarez Lam y Rafael Arocha, integrantes del contingente Henry Reeve y con gran experiencia en el manejo y atención de situaciones excepcionales de desastres y epidemias, los cuales aún permanecen en china, orientando y apoyando la labor de la Embajada antillana, en la atención de los centenares de cubanos que se encuentran en la nación asiática.
La presencia temprana de nuestros médicos en la capital china, la interacción y comunicación diaria desde la Embajada y consulados cubanos en China, con todo el personal, incluyendo aquellos radicados en las áreas más comprometidas, en apoyo también al cumplimiento de los protocolos médicos y sanitarios establecidos por las autoridades centrales y locales chinas, permitió no sólo brindar atención y orientación personalizada a todo el personal cubano y sus familiares, que se ha visto reflejado en el hecho de que no hayan reportados casos de contagio entre cubanos después de poco más de dos meses de epidemia, sino además contribuir a lograr una implementación efectiva del protocolo establecido por las autoridades sanitarias de la isla para el control en frontera de los cubanos que han viajado a la isla, garantizando que estos gocen de un buen estado de salud y conozcan de manera temprana las medidas de prevención y control previstas a su arribo a territorio cubano.
A medida que la situación internacional se fue haciendo más compleja con la rápida propagación del virus fuera de las fronteras de China, el Buró Político del Partido Comunista cubano, en reunión dirigida por su Primer Secretario, el General de Ejército Raúl Castro Ruz, llamó a precisar nuevas medidas para contener el riesgo de introducción y diseminación del Covid-19 en Cuba, a partir de lo cual el Consejo de Ministros procedió a actualizar el Plan ya vigente para la Prevención y Control de la enfermedad, el cual fue revisado y enriquecido con nuevas medidas, en sesión extraordinaria del máximo órgano de gobierno, el pasado 4 de febrero.
En dicha sesión, el Jefe de Estado cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez insistió en la importancia de evitar que la enfermedad ingrese al país y, si eso ocurriera, atenuar sus afectaciones. Además del trabajo mancomunado de todos los organismos de la Administración Central del Estado, de conjunto con las organizaciones políticas y de masas, y la necesidad de prever con claridad los modos de actuación ante cada posible escenario, el mandatario antillano destacó la importancia de generar un ambiente de confianza y seguridad en la población, “desechar la incertidumbre y contribuir a la preparación para la necesaria participación ciudadana en todas las acciones de este Plan”, insistió.
Destacó el papel fundamental que juegan las estructuras de base, como el Consultorio Médico de la Familia, pilar del sistema de atención primaria en el país, de las autoridades locales, organizaciones de masas y el movimiento obrero, en la orientación oportuna a la población, a fin de que este bien preparada y pueda sumarse y aportar lo que corresponde. “Esta batalla la ganamos con participación popular, con convocatoria y con el trabajo de todos”, afirmó entonces el mandatario cubano.
Parte importante de ese esfuerzo contempló el reforzamiento de las medidas de prevención y control sanitario internacional en los puntos de entrada al territorio cubano, con la observación epidemiológica de los viajeros procedentes de países con transmisión de Covid-19, la toma de temperatura, el aislamiento, la encuesta de casos sospechosos y la remisión a los sitios designados, tal como se hizo desde el inicio con los viajeros procedentes de China, epicentro de la epidemia.
Tal como explicó el titular cubano de Salud Pública, se incrementó la vigilancia de las infecciones respiratorias agudas por el médico y enfermera de la familia; se reforzó el seguimiento diferenciado a la presencia de síntomas respiratorios en pacientes de hogares de ancianos y maternos, casas de abuelos y hospitales siquiátricos, tomando en cuenta la alta incidencia de la enfermedad en personas de edad avanzada. Se previeron desde entonces las condiciones para garantizar la atención médica oportuna a la población que resulte afectada, e incluso se determinaron de manera temprana, los centros de aislamiento necesarios en cada territorio. Se puso en marcha un proceso de capacitación sobre el nuevo coronavirus en todas las provincias del país y el municipio especial Isla de la Juventud, dirigida a la totalidad del Sistema Nacional de Salud, así como a otros organismos, organizaciones y trabajadores por cuenta propia.
A la par, se aceleraron las acciones encaminadas a la investigación y el desarrollo de nuevos conocimientos, productos y servicios relacionados con el Covid-19, lo que confirma que la comunidad científica cubana se ha mantenido al tanto e involucrada, y continúa realizando esfuerzos para seguir haciendo aportes.
El pasado viernes, encabezadas por el Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y el Primer Ministro Manuel Marrero Cruz, tuvieron lugar tres reuniones territoriales en Villa Clara, Holguín y La Habana para dar a conocer la actualización del Plan para la Prevención y Control del nuevo coronavirus, con la participación de todas las autoridades locales. Como señaló el Presidente en una de ellas: “las acciones que se han comenzado a desarrollarse no son para alarmar ni crear pánico, sino para hacer tanto como esté a nuestro alcance en materia organizativa y de concepción de estrategias para estar debida y oportunamente preparados, tanto a nivel de dirección como de la población”.
El mandatario cubano reiteró que la actual situación requiere trabajar con responsabilidad, seriedad, exigencia y vigilancia permanente sobre cualquier suceso, así como exige conocer cómo actuar ante cada escenario. Insistió en que el plan no es una camisa de fuerza, sino que puede y debe ser enriquecido a partir de las vivencias y experiencias que los diferentes territorios vayan aportando.
Recalcó asimismo la inestimable importancia del desempeño de los médicos y enfermeras de la familia, los grupos básicos de trabajo y los dirigentes locales, “porque es en la base donde podemos adoptar las acciones más inmediatas”, agregó.
De vital trascendencia consideró además el control que se realice sobre la implementación de las diferentes medidas; la previsión oportuna de los aseguramientos necesarios; y la calidad con que se lleven a cabo las acciones de capacitación en los diferentes niveles. Se refirió además a la necesidad de fortalecer cada vez más las medidas higiénico-sanitarias en los diversos contextos, extremar las medidas de Control Sanitario Internacional en los puntos de entrada al territorio nacional, incrementar la vigilancia epidemiológica desde la etapa actual, así como el control de foco de casos sospechosos que se identifiquen para evitar su transmisión.
El Ministro cubano de Salud Portal Miranda brindó además amplia explicación sobre la disponibilidad de centros para casos de aislamientos, y la atención médica de manera general a pacientes sospechosos de infección por Covid-19. Insistió, además, en el seguimiento diferenciado que se debe hacer ante la presencia de síntomas respiratorios en pacientes de instituciones sociales del sistema de Salud Pública como son hogares de ancianos, casas de abuelos y otros, donde se encuentran los grupos de población que por la edad pudieran ser más vulnerables al virus, según demuestran las estadísticas de sus casos de incidencia y mortalidad a nivel internacional.
Asimismo, informó que se decidió extender el diagnóstico virológico por biología molecular, que inicialmente solo se estaba realizando en el Instituto de medicina Tropical (IPK), a los laboratorios de las provincias de Villa Clara y Santiago de Cuba, para acercar esos estudios a los diferentes territorios.
El viceprimer ministro, Roberto Morales Ojeda, enfatizó en que el Plan diseñado a nivel nacional ahora tiene que ser adecuado a cada provincia y municipio del país mediante un minucioso proceso de implementación, algo así como “un traje a la medida” para cada territorio, especificó. Señaló, además, que desde las diferentes estructuras de trabajo se continúa el estudio, discusión y evaluación de todo lo relacionado con el Covid-19, lo cual permitirá una constante actualización del Plan que se ha puesto en marcha y con ello su implementación en futuros escenarios.
Más adelante, el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, definió que se deben priorizar en el trabajo cotidiano acciones como las visitas a los lugares donde mayores vulnerabilidades pueden existir para la introducción del virus, que en el caso de la región central del país incluye varios aeropuertos internacionales que en ella se encuentran enclavados. La preparación sobre estos temas no puede ser formal –evaluó- porque para lograr prevenir hay que tener una adecuada y profunda preparación. De ahí la importancia que atribuyó además a sumar a las personas a las acciones de prevención y control sistemático para lo cual urge que la población esté constantemente informada.
Una vez más la existencia de un sistema político y de gobierno socialista, enfocado en la gente, se convierte en garantía, tal como ha demostrado China, para la implementación exitosa de estrategias de respuesta conjunta y eficaz en un corto tiempo, y será clave para avanzar en la prevención y control de la epidemia.
Cuba se ha venido preparando de manera temprana para enfrentar el Covid-19 como mejor sabe hacerlo, con prevención, con la participación y el aporte de todos, con disciplina, aunando todos los esfuerzos posibles y voluntades, haciendo realidad una vez más esa máxima que ha presidido contiendas anteriores: Estar mejor preparados hoy equivale a ganar parte importante de la batalla.
Embajada de Cuba en China