Bajo la actual administración estadounidense se han recrudecido las medidas del bloqueo económico, comercial y financiero, padecido toda su vida por un 77% de la población cubana, así como las acciones subversivas de las fuerzas imperialistas contra nuestro país. El juramento de resistir y vencer en el campo de las ideas y la ética está presente actualmente en la lucha del pueblo cubano por preservar las conquistas de la Revolución y continuar la batalla por nuestros sueños de justicia para Cuba y la humanidad toda.
Cifran sus esperanzas en la “vulnerabilidad” de las nuevas generaciones y de determinados grupos o sectores de la sociedad para revertir los logros obtenidos en la construcción del socialismo, despojarnos de la independencia y las conquistas revolucionarias.
La semilla sembrada por la Revolución y una obra social y humana que resalta por todas partes. Tienen total vigencia las palabras pronunciadas por Fidel aquel 19 de febrero del 2000:
“Cuba se descubre a sí misma, su geografía, su historia, sus inteligencias cultivadas, sus niños, sus jóvenes, sus maestros, sus médicos, sus profesionales, su enorme obra humana producto de 40 años de lucha heroica frente a la potencia más poderosa que ha existido jamás; confía más que nunca en sí misma; comprende su modesto pero fructífero y prometedor papel en el mundo de hoy. Sus armas invencibles son sus ideas revolucionarias, humanistas y universales. Contra ellas nada pueden las armas nucleares, la tecnología militar o científica, el monopolio de los medios masivos de divulgación, el poder político y económico del imperio, ante un mundo cada vez más explotado, más insubordinado y más rebelde, que más que nunca pierde el miedo y se arma con ideas”.