El 22 de octubre de 2025, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, se dirigió con una elocuencia y firmeza notables a la prensa internacional. En un contexto donde la Asamblea General de las Naciones Unidas debe nuevamente examinar la resolución «Necesidad de levantar el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos contra Cuba», denunció con valentía la campaña agresiva, engañosa e intimidatoria orquestada por Estados Unidos. Esta política, de una hostilidad sin precedentes, se extiende incluso a sus aliados, sometidos a presiones desleales para que renuncien a su apoyo histórico a Cuba.

El ministro expuso con claridad las maniobras oscuras destinadas a sembrar confusión, desinformación, desesperanza y desmoralización entre los Estados miembros. Basándose en documentos filtrados, reveló la estrategia del Departamento de Estado estadounidense, que mezcla amenazas groseras y chantajes con el objetivo de forzar a varios Estados a renegar de su compromiso histórico y modificar su voto a favor de la resolución contra el bloqueo. Denunció la falsedad de estas acusaciones ridículas, especialmente la que afirma que Cuba es una amenaza para la paz internacional, subrayando el cinismo de quienes insisten en difundir estas mentiras.

Además, el ministro recordó que esta campaña ocurre en un contexto en el que algunos países que critican a Cuba enfrentan su propia crisis política y violaciones de derechos humanos, lo que hace su posición particularmente hipócrita e indefendible.
Frente a esta injusticia persistente, es crucial que la solidaridad mundial se manifieste más que nunca. La lucha de Cuba no es solo la de una nación, sino un combate universal por la soberanía, la justicia y la dignidad humana. Todos debemos movilizarnos: pueblos, gobiernos, organizaciones defensoras de derechos, ciudadanos comprometidos, para hacer escuchar la voz de la verdad y la justicia.
Cada firma, cada palabra, cada gesto a favor del levantamiento del bloqueo es un acto de resistencia contra la opresión y la arrogancia de un imperio que quiere aplastar a un pueblo orgulloso y libre. Cuba no está sola en esta lucha; es el símbolo vivo de un ideal que todos compartimos: un mundo donde la libertad y la dignidad prevalezcan sobre la dominación y la violencia.
Juntos, unamos nuestras fuerzas para romper las cadenas de la injusticia y afirmar que el respeto a las naciones no es negociable. Defender a Cuba es defender a toda la humanidad.
Movilicémonos desde hoy para que triunfen la paz, la libertad y la justicia.
Ousmane Mohamed Touré, periodista graduado de la Universidad de La Habana, director del periódico maliense "Le Poing" (El Puño).

