Cuba y la mítica iglesia Riverside, situada en el barrio de Harlem.

Una iglesia incluida entre las más famosas de Estados Unidos, no solo por su gran torre, la más alta del país con sus 21 pisos, sino, además, por haber acogido a líderes mundiales emblemáticos como Martín Luther King, defensor de los derechos civiles de los negros norteamericanos; al primer presidente negro de Suráfrica y Premio Nobel de la Paz, Nelson Mandela, Madiba;  al exsecretario general de la ONU, Koffi Annan, y a nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro.

Situada, como su nombre lo indica, al lado del río Hudson, la iglesia Riverside –construida a inicios del siglo XX- es famosa por la belleza constructiva de estilo neogótico y también destaca porque tiene como manifiesto religioso las tres “i”: inter-denominacional, interracial e internacional; o sea, una iglesia abierta, sin distinción de ningún tipo de práctica religiosa.

Pero, por sobre todo, sobresale porque allí han pronunciado célebres discursos hombres de trascendencia universal. Martin Luther King el 4 de abril de 1967 dijo allí una de sus piezas oratorias más brillantes: el sermón titulado “Un momento para romper el silencio”, en el que se declaró rotundamente enemigo de la guerra de Vietnam, en una época en la que todavía muchos estadounidenses la apoyaban.

El reverendo y Premio Nobel de la Paz, Martin Luther King.

Luther King afirmó: “(…) una nación que año tras año continúa gastando más dinero en defensa militar que en programas de mejoramiento social se aproxima a su muerte espiritual”, y resumió su creencia sobre que el racismo, la explotación económica y la guerra estaban conectados como "demonios triples".

Exactamente un año después de este famoso discurso, considerado el más político de todos, Martín Luther King sería asesinado en la ciudad de Memphis, Tennessee.

La majestuosa iglesia Riverside.  

En esa iglesia bautista también estuvo Nelson Mandela, Madiba, a quien le fuera dedicada la sesión de la ONU del pasado lunes 24, en el año del centenario de su nacimiento, y al que el propio Díaz-Canel en esa Cumbre por la Paz, calificó de “(…) rebelde que se vio obligado a luchar contra la injusticia cuando le cerraron los caminos pacíficos; al preso político, al defensor de los derechos humanos y de los derechos de su pueblo, y al político que cambió la historia”.

Mandela, en su primera visita a los Estados Unidos en 1990, recién liberado, acudió a la Iglesia Cristiana Inter-denominacional Riverside Church para agradecer el apoyo que los religiosos les habían dado a los sudafricanos en los años de lucha.

Además, han honrado dicho lugar dirigentes como el Dalai Lama, líder espiritual del budismo tibetano; el nigeriano Koffi Annan, quien fuera secretario general de las Naciones Unidas, fallecido en fecha aún reciente; y nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro, quien pronunció un aplaudido discurso, en ocasión de su cuarta y última visita a la ONU.

Fidel fue aclamado en Harlem.  

Sucedió el 8 de septiembre del 2000, durante un acto de solidaridad con Cuba, y Fidel hizo un recuento de sus visitas anteriores: “En la primera ocasión me expulsaron del hotel en las inmediaciones de las Naciones Unidas. (…) Y yo decidí de inmediato: ´Me voy a Harlem, porque allí están mis mejores amigos´. Cuando volví una segunda vez, (…) en 1979, hablé allí en nombre de todos los países pobres del mundo; la tercera vez volví a Harlem, y no solo a Harlem, sino también al Bronx. Esta vez recibí el honor de que me invitaran a esta zona que creo se llama Riverside”.

Resultó un acto de amor hacia Cuba y su Revolución. Fidel denunció al injusto bloqueo y las agresiones sufridas a lo largo de más de 40 años, así como agradeció al pueblo norteamericano por su defensa del niño Elián González: “Cuando el pueblo norteamericano conoció la verdad, apoyó al niño y a su familia, en cifras que se elevaron a más del 80% y que en la población afro norteamericana alcanzó, en un momento cúspide y decisivo, el 92%. Eso no lo puede olvidar nuestro pueblo jamás”.

Con la visita del actual mandatario cubano a la Iglesia Riverside esos lazos de solidaridad saldrán fortalecidos. Díaz-Canel, al ponderar las virtudes de Nelson Mandela, resaltó su legado a un mundo de paz, que hoy resulta inalcanzable, pues, como afirmó, “No puede haber desarrollo sin paz y estabilidad, ni paz y estabilidad sin desarrollo (…)”.

También el presidente insular fustigó al bloqueo y al incremento de la carrera armamentista, y significó que “alarman los recientes anuncios del aumento del gasto militar, que lanzará al mundo a una nueva carrera armamentista, en detrimento de los ingentes recursos que se necesitan para construir un mundo de paz”. Todos esos ideales han tenido abrigo en Harlem y en Riverside Church.

El encuentro entre el presidente cubano y amigos de Cuba allí, será otro éxito rotundo de la diplomacia cubana y un momento de extraordinaria emoción y evocación a Fidel, quien, en espíritu, también estará presente a través de sus palabras.

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