Cuba y la UNESCO a los 70 años

El 16 de noviembre de 1945 quedó oficialmente constituida la  Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). El organismo internacional tuvo como antecesor al Instituto de Cooperación Intelectual -asociado a la extinta Liga de las Naciones- ,  y asentado en la ciudad  de París, Francia. Cuando la urbe cayó bajo dominio de las tropas hitlerianas, las actividades del Instituto se vieron interrumpidas. Sin embargo,  por iniciativa del gobierno cubano fue establecido en La Habana un Centro Provisional de Cooperación Intelectual que se encargó de dar continuidad la colaboración de la comunidad internacional en el ámbito  artístico  y cultural. Este hecho fue reconocido mediante una resolución presentada por la delegación de Chile en la Conferencia Constitutiva de la UNESCO celebrada en Londres en 1945.

Cuba hacía honores así al pensamiento de José Martí quién expreso “Es hora ya de que las fuerzas de construcción venzan en la colosal batalla humana a las fuerzas de destrucción. La guerra, que era antes el primero de los recursos, es ya hoy el último: mañana será un crimen.” Esta idea del apóstol se conecta directamente con la singular concepción que recoge el texto fundacional de la UNESCO: “Puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres  donde deben erigirse los baluartes de la paz.” 

En 1950 se inaugura el Centro Regional de la UNESCO para el Hemisferio Occidental,  aunque la decisión de su creación fue adoptada en la III Conferencia General de la UNESCO en 1948, lo que hace de la Oficina UNESCO – La Habana, la primera fundada fuera de la sede de la Organización. 

El ingreso oficial de la República de Cuba  a la UNESCO se produce el 29 de agosto de 1947. De ese modo,  quedaba formalizada la relación histórica de la organización con nuestro país, la cual  ha tenido como hilo conductor al trabajo de la Comisión Nacional Cubana de la UNESCO (CNCU),  institución fundada el 17 de noviembre de 1947, mediante Decreto Presidencial No. 4097 firmado por el Dr. Ramón Grau San Martín. En su rol de entidad responsable de las relaciones de Cuba con la UNESCO, la CNCU también ha sido un espacio para potenciar el desarrollo cultural, científico, y educativo del país.

La Comisión contó con un Consejo Ejecutivo, el cual integraron personalidades de la cultura cubana, que solían reunirse en la casa de Kholy para intercambiar sobre diversos temas de la sociedad cubana como Alejo Carpentier, Nicolás Guillén,  Ambrosio Fornet, Argelier León, Rita Longa entre otros,  dentro de los que encontraba la  Prima Ballerina Assoluta Alicia Alonso,  designada como embajadora de la Buena Voluntad de la UNESCO en 2002.

Durante estos 70 años, diversas y destacadas figuras han estado al frente del trabajo de la Comisión Nacional Cubana de la UNESCO como Elias Entralgo y la ilustre pedagoga cubana Dra. Vicentina Antuña, quién ostentó la presidencia de la Comisión por  15 años.

Fue el triunfo revolucionario de 1959 el que permitió desarrollar plenamente el activismo de nuestro país en el ámbito de la UNESCO debido a la amplia coincidencia de los valores de la Organización con el programa de transformaciones sociales y económicas emprendidos por la naciente Revolución.

La CNCU con su sello editorial asumió la impresión de importantes textos de la literatura cubana y también publicaciones de carácter científico, debido a que aún la Revolución no contaba con un sistema de editoriales. Así vieron la luz ediciones de las novelas “La Esfinge” de Miguel de Carrión “y el “El duelo de mi vecino” de Ramón Meza publicadas en 1961;  mientras que “Once Ensayo Martianos”, de Juan Marinello y  “Figuras Cubanas”  de Salvador Bueno aparecieron en 1964, y  “4 años en la Ciénaga de Zapata”  de J. A. Coscuella,  de 1965. 

Correspondió a la Comisión, de conjunto con el Ministerio de Educación mantener al corriente a la UNESCO del desarrollo en Cuba de la Campaña de Alfabetización. Al respecto, la Organización publicó un informe en el que se detallaba el proceso de la Campaña  y se reconoció la validez de la experiencia cubana.

La alfabetización es precisamente una de las áreas en las que nuestro país ha recibido más reconocimientos de la UNESCO. En total Cuba  ha recibido 6 lauros en materia de alfabetización,  el más reciente, el  Premio “Rey Sejón” de Alfabetización otorgado al método “Yo Si Puedo”  en 2006.

A propósito, la UNESCO ha mantenido un sistema internacional de premios e iniciativas de los Estados miembros con el objetivo de reconocer algún aporte destacado en los ámbitos  de competencia de la Organización. Es así que desde 1977 se instituye el Premio UNESCO “Carlos J. Finlay” para  Microbiología, otorgado por primera vez en el año 1980.

Por su parte, el Premio Internacional “José Martí” de la UNESCO se inserta en una iniciativa de intelectuales de talla mundial con el objetivo de promover el pensamiento avanzado del héroe cubano a través del organismo internacional. De tal modo surge el Proyecto José Martí de Solidaridad Internacional, bajo los auspicios de la UNESCO, el cual integra una extensa red de Cátedras martianas alrededor del mundo y que nuclea en su Consejo Internacional a figuras como Atilio Borón, Adolfo Pérez Esquivel,   Pablo  González Casanova, entre otros.  Momento de especial significación fue el día 3 de febrero de 2006, ocasión en que el Comandante en Jefe Fidel Castro entregó el Premio UNESCO José Martí, al Presidente Hugo Chávez Frias, en un emotivo acto celebrado en la Plaza de la Revolución de la capital cubana.

Veinte  visitas de 8 Directores Generales de la Organización, 5 de ellos luego de triunfo de la Revolución han ayudado a tejer los sólidos vínculos entre la UNESCO y Cuba. Muchos recuerdan la presencia entre nosotros del senegalés Amadou Mahtar M’Bow o de Federico Mayor Zaragoza, quién estuvo al frente de la UNESCO entre los años 1989 y 1997 y  recibió de manos del Comandante en Jefe Fidel Castro la Orden José Martí, la más alta distinción que otorga el gobierno cubano.

La labor de Cuba en  las áreas de competencia de la UNESCO es muy amplia. A modo de reseña en este breve repaso podemos señalar en ámbito de la cultura los nueve sitios cubanos inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial: La Habana Vieja y su sistema de Fortificaciones, Trinidad y el Valle de los Ingenios, el Castillo de San Pedro de la Roca de Santiago de Cuba, Valle de Viñales, el  Paisaje Arqueológico de  las primeras plantaciones de café en el suroeste de Cuba , los centros  históricos de Cienfuegos y  Camagüey, así  como los parques nacionales  “Desembarco del Granma”  y “Alejandro de Humboldt.”  Sano orgullo significa  tener a la Tumba Francesa y la Rumba Cubana como  expresiones  asentadas en la Lista Representativa del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

En el campo de las Ciencias Naturales, el archipiélago cubano tiene 6 áreas protegidas declaradas como Reservas de la Biosfera. En el área educativa, 76 escuelas cubanas integran la Red del Programa de Escuelas Asociadas de la UNESCO y existen 12 cátedras UNESCO en universidades, centros de investigación e instituciones académicas de todo el país.

La Comisión Nacional Cubana de la UNESCO es la institución guardiana del Registro Nacional del Programa Memoria del Mundo de la UNESCO, dedicado a la preservación y divulgación del patrimonio documental.  Hasta el momento, 12 colecciones documentales en diversos soportes – custodiadas por importantes instituciones culturales del país-  están asentadas en este registro y tres de ellas han accedido al Registro Mundial: el fondo José Martí, la colección del Noticiero ICAIC Latinomericano y los documentos de Ernesto Che Guevara, incluido su diario de campaña.

El año 2017 ha sido particularmente activo para las relaciones Cuba- UNESCO  motivado por la celebración de los primeros 70 años de fructífero intercambio. La CNCU ha tenido la oportunidad de coordinar junto a instituciones nacionales trascendentes actividades de la UNESCO en este año. Se celebró la Reunión del Comité Científico Internacional del Volumen IX de la Historia General de África acogida por  Casa de Las Américas. Precisamente esa institución ha sido merecedora del Premio UNESCO  “Jaime Torres Bodet”  y se convierte así,  en la primera en el mundo en poseer dos lauros UNESCO, pues había recibido el “Simón Bolívar” en 2004.

En el mes de abril toda La Habana vibró con las presentaciones de relevantes  músicos internacionales reunidos en la capital cubana a propósito del Día Internacional de Jazz, ocasión en la que tuvimos el honor de recibir a la Sra. Irina Bokova, primera mujer en dirigir la UNESCO, en su tercera visita a Cuba bajo esa condición.

Durante la recién concluida 39ª Conferencia General de la UNESCO, Cuba resultó electa miembro del Consejo Ejecutivo, órgano en el cual hemos sido representados por ilustres intelectuales como Juan Marinello, Julio Le Riverend, Alfredo Guevara, Roberto Fernández Retamar  y Miguel Barnet, entre otros.

A 70 años   de nuestro ingreso  a la UNESCO y la fundación de la CNCU, Cuba ratifica su profundo compromiso con la Organización y los valores que esta representa. Rechaza así mismo,  todo tipo de represalia económica y chantaje financiero encaminados a doblegar la Organización e impedir el cumplimiento de su noble misión. Cuba hace un llamado a la comunidad internacional a fortalecer  el compromiso  con la UNESCO y lo hace recordando las palabras del líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, quién en un discurso pronunciado en 1984 señalaba: “¡Cuánto ha contribuido la UNESCO a los esfuerzos educacionales culturales y científicos de los Países del Tercer Mundo!”

* Poeta, escritor, profesor y diplomático. Embajador Delegado Permanente de Cuba ante la UNESCO entre 2002 y 2005.

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