Por: Zelmys María Dominguez Cortina, embajadora de Cuba en Grecia. Desde el inicio de la revolución cubana en 1959, se estableció la educación y la salud gratuitas y universales en todos los niveles, y sin discriminación. Se priorizo el desarrollo de la ciencia. Se constituyó el Sistema de Ciencia e Innovación Tecnológica y los Polos Científicos-Productivos, como por ejemplo, el Polo Científico del Oeste de La Habana, el cual derivó en lo que es hoy el Grupo de las industrias biotecnológica y farmacéutica de Cuba, BioCubaFarma, organización empresarial, que investiga, desarrolla, produce y comercializa medicamentos, vacunas, sistemas de diagnósticos, equipos médicos, a partir del desarrollo científico técnico, con destino al mejoramiento de la salud del pueblo y la generación de bienes y servicios exportables. Sector estratégico para el país, cumple con altos estándares de calidad y posee un alto prestigio internacional. Además, Cuba se ha distinguido por su espíritu de solidaridad e internacionalismo. Ha recibido estudiantes de medicina, enviado profesores para crear o reforzar las facultades de medicina y brigadas médicas a diversos países. Por ejemplo, Brigadas del Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastre y Epidemias Graves Henry Reeve trabajan en varios países contra la pandemia del COVID 19, como lo hicieron antes contra el ebola en Africa. Ante la pandemia de COVID 19, Cuba activó su sólido sistema de salud; movilizó al potencial científico nacional y a su industria bio-farmacéutica; y dispuso del apoyo del pueblo. Por eso se pudieron desarrollar con rapidez protocolos nacionales eficaces, de atención a los contagiados y sospechosos de Covid-19, crear capacidades de hospitalización para todos los infectados; garantizar la plena sostenibilidad de los servicios de cuidados intensivos, el aislamiento institucional de los contactos de los enfermos, el acceso gratuito a las pruebas de PCR o Antígenos; así como la puesta en marcha de laboratorios de biología molecular en todas las provincias del país. Todo este esfuerzo de la Nación ha permitido mantener, comparativamente, una muy baja letalidad de la pandemia. Es notable que Cuba haya producido además 5 candidatos vacunales y aplicado 3 de estos, en estudios de intervención o intervenciones sanitarias, a millones cubanos. Uno de estos, el candidato vacunal Abdala, después de aplicarse la formulación de tres dosis, tiene una eficacia de 92,28 por ciento, lo que lo sitúa muy por encima de la exigencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para declarar como tal a una vacuna anti COVID-19. Es un resultado ilustrativo del esfuerzo de la ciencia al servicio del pueblo y de la eficacia de la función pública. Un robusto sistema de ciencia e innovación tecnológica, aliados al sistema de salud universal gratuito y de calidad, con recursos humanos altamente especializados, ha hecho posible el enfrentamiento a la pandemia y los resultados que Cuba ha obtenido lo largo de la historia de la revolución. Todos estos logros han sido a pesar de los obstáculos que implica el bloqueo económico, comercial y financiero de EEUU contra Cuba, por más de 60 años, y todas las medidas coercitivas unilaterales asociadas a este, lo que ha sido rechazado mayoritariamente por la Asamblea General de Naciones Unidas cada año.