Cuba y su compromiso con el Tratado sobre la prohibición de las armas nucleares

El Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares entra en vigor el 22 de enero de 2021, tras alcanzar las 50 ratificaciones necesarias. Cuba firmó el instrumento el 20 de septiembre de 2017, día en que fue abierto a la firma en la sede de las Naciones Unidas, siendo el quinto país en ratificar el instrumento, el 30 de enero de 2018, lo que es una muestra más de su compromiso con el desarme general y completo.

Por su parte, la región de América Latina y el Caribe ha mostrado también su compromiso con el desarme nuclear con las Declaraciones Especiales de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y en la adopción del Tratado para la Proscripción de Armas Nucleares en América Latina y el Caribe (Tratado de Tlatelolco, el cual dispuso que nuestra región fuese la primera área densamente poblada en el mundo declarada como Zona Libre de Armas Nucleares ).

El 7 de julio de 2017 la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó el primer Tratado sobre la prohibición de las armas nucleares. El instrumento fue negociado en Nueva York, del 27 al 31 de marzo y del 15 de junio al 7 de julio de 2017, superando la oposición de los Estados poseedores de armas nucleares y otros Estados protegidos por la sombrilla nuclear, que no participaron en las referidas negociaciones.

El Tratado prohíbe el desarrollo, ensayo, producción, fabricación y otras formas de acceso a las armas nucleares, la transferencia o recepción y el estacionamiento; no se permite ninguna ayuda o incentivo. Además de posibilitar que los países con armas nucleares se unan al mismo y destruyan sus arsenales nucleares, el tratado introduce nuevos temas como la asistencia a las víctimas, la restauración ambiental y las cuestiones de género en el desarme nuclear.

Este Tratado es además, el primer instrumento que califica específicamente el uso de las armas nucleares como una amenaza para la humanidad y un acto contrario al Derecho Internacional y al Derecho Internacional Humanitario.

Por iniciativa de Cuba, y con el apoyo del MNOAL, el 26 de septiembre de 2013 la Asamblea General de las Naciones Unidas realizó una Reunión de Alto Nivel sobre Desarme Nuclear, primera dedicada al tema en la historia de las Naciones Unidas. La resolución de seguimiento, adoptada el 5 de diciembre de 2013, estableció el “Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares” (26 de septiembre) y solicitó el inicio con urgencia de negociaciones de una Convención para la prohibición y destrucción de las armas nucleares.

La resolución 70/33 de la Asamblea General convocó un grupo de trabajo de composición abierta, con el mandato de avanzar las negociaciones multilaterales sobre el desarme y abordar medidas jurídicas concretas, disposiciones vinculantes y normas que debían concluirse para lograr y mantener un mundo sin armas nucleares.

La adopción en 2016 de la resolución 71/258 que convocó la Conferencia de las Naciones Unidas de 2017 para negociar un instrumento jurídicamente vinculante para prohibir las armas nucleares, con miras a su eliminación total, es el antecedente inmediato del Tratado.

Sobre el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares

La posición de Cuba se sustenta en el pensamiento humanista del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, luchador incansable por el desarme nuclear, quien expresara que: “En una guerra nuclear el daño colateral sería la vida de la humanidad”. Cuba, junto al Movimiento de Países No Alineados, ha demandado con firmeza y de manera sistemática la prohibición y eliminación total de las armas nucleares.

Entre los principios de la política exterior de la República de Cuba, recogidos en la Constitución promulgada el 24 de febrero de 2019, se reafirma que: “promueve el desarme general y completo y rechaza la existencia, proliferación o uso de armas nucleares, de exterminio en masa u otras de efectos similares, así como el desarrollo y empleo de nuevas armas y de nuevas formas de hacer la guerra, como la ciberguerra, que transgreden el Derecho Internacional”.

El Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPAN) hace una contribución efectiva al desarme general y completo y a la paz y la seguridad internacionales, al establecer una nueva norma de Derecho Internacional que prohíbe categóricamente las armas nucleares en toda circunstancia y los ensayos nucleares de todo tipo.

El incumplimiento prolongado de lo dispuesto en el Artículo VI del Tratado de No Proliferación (TNP) fue la principal razón por la cual, la mayoría de los Estados Partes en el TNP negociaron el Tratado de Prohibición de las Armas Nucleares, en la Asamblea General en el 2017.

Los más de 120 Estados que participaron en las negociaciones del TPAN, en busca de una prohibición expresa de las armas nucleares, demuestran el cambio en la naturaleza del debate sobre el desarme nuclear y la necesidad imperiosa de que este pilar sea atendido al mismo nivel que el resto.

La prohibición de las armas nucleares como norma del Derecho Internacional es un paso fundamental en el camino hacia la eliminación total e irreversible de las armas nucleares. Con la entrada en vigor de este Tratado, la comunidad internacional deja claramente establecido que las armas nucleares no son solo inhumanas, inmorales y éticamente indefendibles; sino también ilegales.

El Tratado se erige en un instrumento que aspira a tener un alcance universal, que estigmatiza el uso de dicho armamento y que establece una norma prohibitiva contra las armas nucleares y genera presión política para alcanzar el desarme nuclear. Contrario a lo que afirman algunos Estados poseedores de armas nucleares, el TPAN no socava la actual arquitectura de seguridad internacional, sino que contribuye efectivamente al mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales al proscribir el uso de un armamento de destrucción masiva con efectos indiscriminados para la vida y el medio ambiente.

El Tratado de Prohibición de las Armas Nucleares, una vez en vigor, podría contribuir a materializar las disposiciones del Artículo VI del TNP. El TPAN no socava la integridad del TNP, en modo alguno, sino que, una vez entre en vigor, coadyuvará al cumplimiento de sus objetivos con esfuerzos complementarios y compatibles con lo establecido en el Artículo VI.

Cuba no cejará en su empeño por alcanzar un mundo libre de armas nucleares.

Con la prohibición de las armas nucleares y su uso, se materializa el pensamiento del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

El Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz se refirió en numerosas ocasiones a lo que representan las armas nucleares y el Desarme Nuclear, como por ejemplo:

“Los partidarios de llevar al mundo a un holocausto nuclear, antes que resignarse a la idea de los hombres y los pueblos libres de toda forma de explotación, no pasarán.” Discurso en el acto de clausura del XI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, efectuado en la Plaza de la Revolución, el 5 de agosto de 1978.

"El ruido de las armas, del lenguaje amenazante, de la prepotencia en la escena internacional debe cesar. Basta ya de la ilusión de que los problemas del mundo se puedan resolver con armas nucleares. Las bombas podrán matar a los hambrientos, a los enfermos, a los ignorantes, pero no pueden matar el hambre, las enfermedades, la ignorancia." Discurso ante el XXXIV período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, 12 de octubre de 1979.

“En esta hora suprema y decisiva para todos los pueblos, es precisamente el imperialismo y no el socialismo quien se niega a poner fin a los ensayos nucleares, y quien rechaza la única política coherente, lógica y aceptable para la humanidad: cesar la carrera armamentista, prohibir las armas químicas y otros medios de destrucción masiva, reducir significativamente las armas convencionales e iniciar un programa para la total eliminación de las armas nucleares en el más breve tiempo posible. Esta es la aspiración más sentida, no solo de los hombres que construyen el socialismo, sino de todas las personas responsables y sensatas de la Tierra”. Discurso en la VIII Cumbre del MNOAL, celebrada en Harare, Zimbabwe, el 2 de septiembre de 1986.

“Hoy el mundo cuenta con decenas de miles de bombas nucleares cincuenta veces más poderosas, con portadores varias veces más veloces que el sonido y de una precisión absoluta, con las cuales nuestra sofisticada especie puede autodestruirse. A finales de la Segunda Guerra Mundial, que libraron los pueblos contra el fascismo, surgió un nuevo poder que se adueñó del mundo e impuso el actual orden absolutista y cruel.” Reflexión: Lo que se impone de inmediato es una revolución energética, 30 de abril de 2007.

“Las ideas pueden ser más poderosas que las armas nucleares”. Reflexión: ¨El imperio en el banquillo de los acusados¨, 14 de diciembre de 2010.

“Pienso realmente que ningún país del mundo debe poseer armas nucleares, y que esa energía debe ponerse al servicio de la especie humana. Sin ese espíritu de cooperación la humanidad marcha inexorablemente hacia su propia destrucción. Entre los propios ciudadanos de Israel, un pueblo sin duda laborioso e inteligente, muchos no estarán de acuerdo con esa disparatada y absurda política que los lleva también al desastre total”. Reflexión: “Cinismo genocida” (Segunda parte y final), 13 de noviembre de 2011.

“Se inició la Guerra Fría y la fabricación de miles de armas termonucleares, cada vez más destructivas y precisas, capaces de aniquilar varias veces la población del planeta. El enfrentamiento nuclear sin embargo continuó; las armas se hicieron cada vez más precisas y destructivas. Rusia no se resigna al mundo unipolar que pretende imponer Washington. Otras naciones como China, India y Brasil emergen con inusitada fuerza económica. Por primera vez, la especie humana en un mundo globalizado y repleto de contradicciones ha creado la capacidad de destruirse a sí misma.” Reflexión “Los peligros que nos amenazan”, 8 de marzo de 2010.

“Ningún país grande o pequeño tiene el derecho a poseer armas nucleares.” Reflexión “La paz mundial pende de un hilo”, 12 de enero de 2012.

“La única forma real de evitar una catástrofe climática global sería eliminar las armas nucleares.” Reflexión “El invierno nuclear y la paz”, 21 de septiembre de 2010.

“Alrededor de 25 000 armas nucleares en manos de fuerzas aliadas o antagónicas dispuestas a defender el orden cambiante, por interés o por necesidad, reducen virtualmente a cero los derechos de miles de millones de personas.” Reflexión “Los caminos que conducen al desastre”, 21 de marzo de 2012.

“El invierno nuclear, inconciliable con la supervivencia humana, sería la consecuencia del empleo de un reducido porcentaje de las armas nucleares acumuladas por las potencias que las poseen.” Entrevista ofrecida por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz a la prensa nacional después de ejercer su derecho al voto, el 3 de febrero de 2013, “Año 55 de la Revolución”.

(Tomado de Granma)

Fuente: Prensa

 

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