Por Rodolfo Benítez Verson, Embajador de Cuba en Sudáfrica, Eswatini y Lesoto
Petoria, 13 de mayo de 2019.- Hace veinticinco años, el 11 de mayo de 1994, los presidentes Nelson Mandela y Fidel Castro formalizaron las relaciones diplomáticas entre Sudáfrica y Cuba. Esa fue una de las primeras acciones de política exterior del nuevo gobierno en una Sudáfrica liberada,
Pero antes de que comenzaran los lazos oficiales, ya existía una larga historia de especiales relaciones. Desde el triunfo de la Revolución Cubana en 1959, Cuba se convirtió en un partidario activo y leal de la lucha contra el Apartheid.
En las Naciones Unidas y en otros foros internacionales, Cuba se opuso firmemente al gobierno racista de Sudáfrica y pidió la expulsión del régimen de apartheid de la ONU.
Cuba denunció el encarcelamiento de Nelson Mandela y sus compañeros cuando varios gobiernos los etiquetaron a ellos y a su movimiento de terroristas. En su autobiografía, Long Walk to Freedom, Madiba explicó que, mientras estaba en prisión, se inspiró en Fidel Castro, el Che Guevara y la Revolución cubana.
Ya en 1961, incluso antes del Juicio de Rivonia, jóvenes sudafricanos de las fuerzas contra el Apartheid comenzaron a llegar a nuestro país para recibir capacitación profesional en medicina y ciencias. En las décadas siguientes, muchos más recibirían educación profesional y entrenamiento militar por parte de Cuba. Nuestro país fue el hogar de muchos sudafricanos durante la noche oscura de la opresión del Apartheid.
Nelson Mandela dijo sobre esos primeros contactos: “Debo decir que cuando quisimos tomar las armas nos acercamos a numerosos gobiernos occidentales para pedir ayuda y nunca pudimos ver a nadie, excepto a los ministros más jóvenes. Cuando visitamos Cuba, fuimos recibidos por los más altos funcionarios y nos ofrecieron de inmediato lo que queríamos y necesitábamos. Esa fue nuestra primera experiencia con el internacionalismo cubano”.
La relación profunda y especial entre Cuba y Sudáfrica se consolidó en los campos de batalla, donde casi medio millón de combatientes cubanos unieron su destino al de los combatientes africanos para rechazar el apartheid, el colonialismo y la ocupación extranjera en el continente.
Hoy, los visitantes del Parque Libertad, en Pretoria, pueden ver en el Muro del Recuerdo los nombres de 2 289 mártires cubanos del anti-apartheid, que sacrificaron sus vidas en suelo africano, una demostración simbólica de los vínculos que unen a Cuba con este continente y a Sudáfrica.
Un primer grupo de profesionales de la salud cubanos llegó aquí en 1997, marcando el comienzo de una nueva era en nuestra cooperación bilateral.
Miles de médicos cubanos han brindado asistencia en Sudáfrica. Las universidades cubanas han contribuido a la formación de miles de jóvenes sudafricanos, la mayoría de ellos como médicos.
El presidente Cyril Ramaphosa describió las relaciones entre Sudáfrica y Cuba como solidaridad en la práctica. Estamos totalmente de acuerdo con eso.
La relación entre Sudáfrica y Cuba es hoy vibrante y en continua expansión. La cooperación bilateral está presente en muchos campos, incluidos los servicios de salud, educación, ciencia y tecnología, agricultura, desarrollo de infraestructura, vivienda, agua y saneamiento, defensa, asentamientos humanos, obras públicas, deportes, tecnologías de la información y las comunicaciones, entre muchos otros.
La cooperación entre Cuba y Sudáfrica es en beneficio de nuestros pueblos. No busca la prosperidad de unos pocos ni para obtener ventajas económicas de otros países. Es un ejemplo genuino de la cooperación Sur-Sur.
Cuba se compromete a continuar apoyando los esfuerzos encaminados a curar las profundas heridas que durante siglos se han infligido a este hermoso país.
No debe subestimarse la relevancia para todo el mundo del proceso que se está llevando a cabo en Sudáfrica, en particular para los países del Sur. Una Sudáfrica exitosa, después de muchos años terribles de colonización y Apartheid, reforzará la creencia de la humanidad en la justicia y mantendrá nuestras esperanzas de un futuro mejor para todos.
Sudáfrica siempre ocupará un espacio especial en nuestros corazones porque siempre ha estado con nosotros para exigir que se respete el derecho de Cuba a la libre determinación y la soberanía, y nuestro derecho a decidir el sistema político de nuestra elección.
Estaremos siempre agradecidos al pueblo y al Gobierno de Sudáfrica por apoyar el fin del bloqueo ilegal y criminal que nuestro país ha estado soportando durante 60 años. Ese apoyo es aún más apreciado en este momento cuando el actual gobierno de los Estados Unidos ha fortalecido aún más el bloqueo y la hostilidad contra Cuba con el objetivo de imponer un "cambio de régimen". Fracasarán, como fue el caso con las 11 Administraciones de los EE. UU. anteriores que intentaron derrotar a la Revolución cubana.
Cuba y Sudáfrica continuarán actuando juntos en solidaridad. La lucha por la justicia social no tiene fronteras. La solidaridad con otros pueblos del mundo debe ser una cualidad esencial de cada nación progresista.
La nuestra es una relación de una amistad verdadera y profunda basada en nuestra historia de liberación. Cuba y Sudáfrica tienen el derecho de estar orgullosos de estas relaciones especiales y celebrarlas.