Nosotros, cubanos que vivimos en Japón y que suscribimos este documento, nos oponemos a los llamados de una intervención militar hacia nuestro pueblo.
Somos conscientes de las dificultades económicas y las insatisfacciones que existen en nuestra sociedad, por lo que compartimos la voluntad de resolverlas. Sin embargo, estamos convencidos de que el camino nunca será la violencia y la instigación al odio entre cubanos.
Defendemos la tranquilidad de nuestras familias y la seguridad en las calles de la tierra que nos vio nacer; celebramos que los niños y jóvenes estén de vuelta a clases; que nuestras ciudades vuelvan a recibir a todos los que decidimos viajar a ellas; y nos sentimos felices de estar saliendo de la pandemia ocasionada por la COVID-19.
Queremos una Cuba más próspera e inclusiva, pero sin agresiones externas.
Queremos un futuro mejor, construido por y para los cubanos.