Un día como hoy, hace 57 años, nuestros padres y abuelos celebraban llenos de júbilo la victoria de Playa Girón.
El mercenarismo como pretexto y la intervención armada como práctica del imperio para doblegar a gobiernos y pueblos, había colapsado frente a un puñado de inexpertos milicianos, de hombres de pueblo, jóvenes como fuimos muchos de nosotros cuando vinimos a estudiar a estas tierras; como son muchos de nuestros hijos hoy. Ellos habían jurado defender no solo la patria, sino también el carácter socialista de la Revolución.
Fue la unidad la que trajo la victoria, por todo lo bueno y humano que la Revolución llevó en poco tiempo a los olvidados rincones de nuestra tierra, la razón por la que 57 años después, pese al impacto del Período Especial, del genocida Bloqueo con la imposición de leyes absurdas para que otros países no negocien con Cuba, a las campañas de desinformación y tergiversación de nuestra realidad, incluso a nuestras carencias, nos convoca a estar aquí reunidos, dando vivas a Cuba y a la Revolución, porque aun con errores, ha sido el único proyecto válido en toda la historia patria, que hizo posible reunir en la misma aula, en el mismo trabajo, en el mismo hospital, en el mismo lugar, a los hijos de todos los cubanos sin importar el origen, ni el color de la piel, en igualdad de condiciones y oportunidades. Y nos abrió la puerta para ser lo que nuestro talento, dedicación y esfuerzo nos permitió llegar a ser.
Hace dos días Cuba tiene un nuevo presidente: Miguel Mario Díaz Canel Bermúdez, un continuador generacional en la misma batalla por la independencia y la soberanía de nuestra nación, del mismo modo en que la generación que concluye su mandato, lo fue de Mella y Baliño, de Rubén Martínez Villena y Guiteras; como antes también lo fue José Martí, de la generación de Maceo y Gómez y de Carlos Manuel de Céspedes.
La lucha es la misma; no ha terminado. Hemos soñado una patria libre y soberana, próspera e inclusiva, donde el ser humano sea el centro de todo lo que se construya. Todos estamos involucrados en ese objetivo, sin importar distancias.
Somos cubanos. Cuba es nuestra raíz y nuestro orgullo; la casa y la madre común. Queremos seguir contribuyendo con ella, condenando a quienes la agreden o desdeñan, y hacerlo también no solo a través de las ayudas a nuestras familias, sino con nuestros esfuerzos y nuestras vivencias. Queremos estar unidos, que es la forma de seguir estando cerca.
Y un día como hoy, a 57 años del triunfo del pueblo en Playa Girón, queremos ratificar a la nueva dirección del país que puede contar con nosotros, los cubanos residentes en Belarús.
¡Viva Cuba!
Dado en la ciudad de Minsk, a los 21 días del mes de abril de 2018.