El incumplimiento unilateral e injustificado por parte de los Estados Unidos de su obligación de asegurar anualmente la migración regular y ordenada de un mínimo de 20 mil cubanos, establecida en los Acuerdos Migratorios de 1994, así como el cierre de los trámites migratorios en su Embajada en La Habana desde octubre de 2017, han generado enormes dificultades para los cubanos que desean emigrar o viajar a ese país, quienes se ven obligados a dirigirse a un tercer destino para realizar los trámites correspondientes, sin garantías de que se les otorgue la visa, y teniendo que asumir enormes gastos.
Al mismo tiempo, el gobierno estadounidense mantiene desde hace seis décadas una política migratoria orientada a presionar a Cuba y a incentivar la emigración irregular, con la Ley de Ajuste Cubano como soporte legal. Durante décadas, Estados Unidos ha pretendido aplicar el calificativo de refugiado o perseguido político a todos los cubanos que intentan ingresar a territorio estadounidense, cuando las estadísticas demuestran claramente que predominan las motivaciones económicas para emigrar y que crece de manera sostenida el número de cubanos radicados en Estados Unidos que visitan Cuba cada año.
A esto se suma el criminal bloqueo económico, recrudecido brutalmente en los últimos años, en particular en los momentos más críticos del enfrentamiento a la COVID-19 y en medio de una crisis económica mundial provocada por la pandemia y otros acontecimientos de alcance global. Todo ello busca provocar carencias, dificultades y sufrimiento a la familia cubana, en el perverso afán de destruir la Revolución.
Estos factores han venido estimulando la migración irregular de cubanos hacia Estados Unidos, fundamentalmente a través de México, Centroamérica y el Caribe. En este escenario, de manera oportunista y mezquina, Estados Unidos ha ejercido fuertes presiones para lograr que los países de tránsito tomen una serie de medidas contra los cubanos, como la exigencia de visas de tránsito.
La Asociación de Cubanos Residentes en Perú “Raíces Mambisas” condena el tratamiento injusto, discriminatorio y abusivo que se les brinda a los migrantes y viajeros cubanos, quienes sufren las consecuencias de las acciones de Estados Unidos y son obligados a incurrir en grandes gastos de pasaje y trámites sin garantías de viajes.
Condenamos el mantenimiento de una política desestabilizadora por parte de los Estados Unidos contra Cuba y la reprobable táctica de utilizar a la población como rehén de sus ambiciones hegemónicas. Expresamos también nuestro rechazo ante los intentos de utilizar a los países de la región para presionar a Cuba y obstaculizar los esfuerzos por lograr una migración segura, regular y ordenada
Basta ya de promover el trato discriminatorio y abusivo hacia nuestros compatriotas, denunciamos ante el mundo la absoluta responsabilidad del gobierno de turno de Estados Unidos ante esta situación, en su tradicional política desestabilizadora contra Cuba.
Lima, 26 de marzo de 2022