Discurso de Jens Kirkergaard, representante de la Unión Sindical 3 F durante la Celebración de Solidaridad con Cuba
el 15 de marzo de 2025
Gracias por la invitación y gracias por la oportunidad de dirigirme a ustedes.
No es fácil intervenir después de haber escuchado el discurso de la Embajadora de Cuba.
Mis experiencias con Cuba abarcan 4 visitas a Cuba entre 1995 y 2008. En total, he pasado más de 6 meses en la hermosa isla.
Esto fue durante mis años de formación. Cuba y los cubanos me causaron una impresión imborrable. El enfoque de la vida de los cubanos, extrovertido, fácil, despreocupado y bailarín. Su capacidad para hacer que la vida cotidiana funcione a pesar de que el modo de vida es bastante diferente al que yo estaba acostumbrado.
Una de las primeras cosas que me llamó la atención fueron los numerosos eslóganes y frases que había en paredes y carteles. Algunos los entendía, como solidaridad y antiimperialismo. Había una palabra que se repetía en muchos sitios que no entendía y por la que pregunté. Es la palabra amistad. Significa amistad.
Voy a hablar de esa palabra en mi discurso.
En Dinamarca, la palabra amistad se utiliza en el habla común, pero nunca como valor oficial como en Cuba. Es una lástima.
La definición de la palabra amistad es algo cercano, confiado, confidencial y altruista entre dos o más personas.
En Cuba se habla claramente de amistad entre pueblos y países. La amistad puede ser íntima y puede ser a mayor escala.
¿No es un concepto anticuado y superado?
Posiblemente.
Sin embargo, yo diría que el mundo está hambriento de amistad. Nos vendría bien una buena dosis de ella.
La enemistad, la intimidación, la agresión, el algo por algo está marcando la agenda mundial en estos momentos. También podría llamarse así al comportamiento imperialista de las grandes potencias.
Se han desatado fuerzas profundamente destructivas. Fuerzas de las que nadie conoce las consecuencias en este momento.
En este momento, muchos países temen llamar la atención de estas fuerzas. Cuba también sufre las consecuencias de un mal vecino en Estados Unidos.
Son fuerzas que se han desencadenado y elegido en base a una comprensible impotencia con los sistemas actuales. Sistemas que merecen un cambio significativo, derribarlos sin freno, sin una alternativa mejor, es crear el caos y la derecha más fuerte. Aquí, los muchos se convierten en los perdedores.
En Estados Unidos, vemos desatarse una constelación histórica entre Elon Musk, el más rico del mundo, y el presidente Donald Trump. No hay indicios de que esto vaya a beneficiar al mundo o al pueblo estadounidense.
Su comportamiento hostil está creando miedo y provocando que muchos países europeos emprendan un armamento masivo. Un armamento que vendrá a costa de nuestro bienestar, como la sanidad, la educación y la cultura.
Estos días pienso a menudo en una cita del profesor danés Gert Tinggaard Svendsen que dice «el control es bueno, pero la confianza es más barata». Aquí la palabra confianza también puede sustituirse por amistad. «El control es bueno, pero la amistad es más barata. Imaginemos qué valor podría crearse si no existiera tal enemistad. Si la enemistad entre países puede sustituirse por la amistad, entonces podremos dedicar nuestras energías a los verdaderos problemas del mundo, como la crisis climática, la pobreza y la desigualdad.
No podemos hacer recaer la responsabilidad en líderes que hacen falsas promesas de oro y bosques verdes como dioses. Los verdaderos problemas del mundo no se resuelven con un chasquido de dedos, sino con comunidades fuertes de amistad, que contribuyan a soluciones que beneficien a todos.
¿Qué podemos hacer en esta difícil situación?
Si la amistad es una de las respuestas, podemos esforzarnos por ser amistosos en todas las situaciones. Como un buen vecino y colega. Podemos intentar ser una fuerza amiga. Podemos apoyar a las fuerzas que se pronuncian contra la enemistad y el imperialismo. Podemos apoyar a las fuerzas que quieren un mundo más amable.
He leído sobre un nuevo MAGA en Groenlandia llamado Make America Go Away.
Esta noche podemos apoyar el sistema sanitario cubano que ha mantenido a tanta gente en el Mundo y entre los más pobres del mundo. Se lo merecen.
¡Gracias y amistad!
¡Gracias por la palabra!