Queridos camaradas, delegados e invitados al II Congreso de la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores:
Reciban desde la Central de Trabajadores de Cuba y sus sindicatos nacionales, un saludo fraterno y militante. Asistimos a este Congreso siendo portadores de la incondicional decisión de continuar consolidando las fraternales relaciones de solidaridad, cooperación y amistad, que caracterizan el trabajo de ambas organizaciones sindicales, cimentadas en nuestras tradiciones de lucha en defensa de los derechos de trabajadores.
Nunca antes los pueblos de Nuestra América tuvieron principios tan sagrados que defender y convicciones tan profundas por las que combatir, para mantener viva la voz, la esperanza y la dignidad de las grandes masas de trabajadores que han sido históricamente sometidas a la explotación y a la exclusión de sus más elementales derechos.
No es posible olvidarnos, que vivimos bajo un orden internacional desigual, injusto y excluyente, donde el imperialismo norteamericano no renuncia a su hegemonía adoptando el empleo de métodos cada vez más sofisticados y encubiertos para dividir y subvertir.
A ello se une el impacto desbastador provocado por la pandemia de la Covid-19 que ha hecho más visible y aterradora la real y antihumana esencia de su política neoliberal, anteponiendo sus intereses económicos a la voluntad política de potenciar los servicios de la salud pública para salvar millones de vidas humanas.
Más de 300 millones de trabajadores en el mundo han perdido sus empleos, aumentando la precarización de los existentes, desconociéndose sus garantías y prestaciones sociales, negándoseles el derecho a la sindicalización y la negociación colectiva, todo ello con un mayor impacto en los jóvenes y las mujeres.
Al propio tiempo, la creciente globalización de una economía que experimenta los impactos de la crisis capitalista, ha multiplicado los desafíos y peligros para la región, ratificándonos que el objetivo de construir la patria grande que soñaran nuestros próceres requiere como nunca antes la voluntad y la firme determinación de consolidar los avances en materia de integración y concertación política, así como el compromiso de defender la unidad dentro de la diversidad y las diferencias, fomentando la actuación cohesionada de los diferentes interlocutores sociales.
Respaldar con palabras y acción a la Revolución Bolivariana, en esta época de ofensiva, hostilidad y de guerra no convencional desplegada por la derecha, significa también luchar por la plena emancipación latinoamericana y caribeña.
La tierra donde nació José Martí, donde luchó por sus ideales de justicia el Che Guevara, ha soportado más de 60 años el criminal bloqueo económico comercial y financiero que nos ha impuesto de manera unilateral del gobierno de los Estados Unidos, por el solo hecho de no doblegarnos a las órdenes del imperio y construir un proyecto social enarbolando las banderas del socialismo y la independencia, bloqueo que se ha recrudecido en una nueva escalada injerencista, cuyo carácter extraterritorial constituye una violación del derecho internacional y transgrede la soberanía de otros Estados.
El bloqueo provoca privaciones a mi pueblo, no permite adquirir insumos, medicamentos y materias primas en compañías norteamericanas, con las consiguientes interrupciones o paralizaciones de las industrias, y constituye el principal obstáculo a nuestros programas de desarrollo, limitando el acceso a fuentes de financiamiento y la inversión extranjera, al ejercer presiones políticas y penalizar los bancos que ejecutan operaciones comerciales con nuestro país.
Su objetivo principal es asfixiar nuestra economía y fracturar la firmeza y el espíritu de rebeldía que fertilizó en nosotros la Revolución. En tan criminal afán, no vacilan en ignorar el mandato prácticamente unánime de la Asamblea General de las Naciones Unidas que cada año aprueba el reclamo de su eliminación.
Camaradas de lucha:
Cuba continúa enfrascada en el perfeccionamiento de su modelo económico y social como nación socialista, soberana e independiente, en este propósito resulta estratégica y decisiva la participación activa de los trabajadores y sus sindicatos cuya prioridad es hoy alcanzar la eficiencia de nuestra economía, como fuente de riqueza para satisfacer las necesidades del pueblo. Con nuestros propios esfuerzos hemos alcanzado resultados de referencia mundial en los índices de salud y educación, en la promoción de la igualdad, el bienestar equitativo y el desarrollo de la cooperación y la solidaridad internacional.
Cientos de médicos cubanos con riesgo para sus vidas agrupados en más de 56 brigadas en 40 países, atendieron y curaron pacientes azotados por la pandemia del Ébola y la Covid-19, esta verdad no la pueden ocultar las mentiras que divulgan los monopolios mediáticos en su afán de desacreditar el profesionalismo, la ética y el sentido humanista de nuestras misiones médicas.
Cuba mantendrá su invariable apoyo y solidaridad al gobierno del presidente Nicolás Maduro Moros, a la respuesta contundente que continúa brindando su pueblo en defensa de su soberanía, su independencia y su autodeterminación, consientes que en esta trinchera no solo se pelea por la unidad de Venezuela, sino por la de toda Nuestra América, conducidos por el ejemplo que nos legaron Fidel y Chávez.
La delegación de Cuba les expresa el agradecimiento por la invitación a participar en este Congreso, de cuyos debates tenemos la seguridad se aprobaran las proyecciones del trabajo de la organización, crecerá su liderazgo, capacidad de convocatoria y efectividad en la representación de los intereses de sus afiliados.
Venezuela y el movimiento sindical internacional podrán contar siempre con la voz sincera y la denuncia de Cuba frente a la injusticia, la desigualdad y por el establecimiento de un mundo en cuyo centro se ubique al ser humano, su dignidad y el bienestar de los trabajadores.
Viva la solidaridad y la amistad entre Cuba y Venezuela!!!!
Vivan los trabajadores venezolanos y cubanos!!!!
Hasta la victoria siempre!!!!