Distinguidos Embajadores y demás invitados:
Acogemos con satisfacción la decisión de la Asamblea General de declarar el 24 de abril como el “Día Internacional del Multilateralismo y la Diplomacia para la Paz”. Sirva entonces esta celebración para promover un mensaje de paz, de solidaridad, de amistad y las relaciones fraternas entre nuestros Estados.
Cuba reitera su firme compromiso con los propósitos y principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas, que constituyen la base del multilateralismo. Cabría destacar que como parte del espíritu y la letra de esa Carta, acordamos desterrar la guerra, la amenaza y el uso de la fuerza en nuestro relacionamiento, y acordamos que los diferendos entre nuestros países se solucionarían por vías pacíficas y conforme a los principios del Derecho Internacional.
Sin embargo, en el mundo expoliado y saqueado en que vivimos se acumulan los conflictos. La paz está bajo continuo ataque por aquellos que sueñan con un nuevo reparto del mundo y recurren al recurso de la guerra, a las sanciones y los bloqueos, y a las políticas de dominación mediante el uso de la fuerza, para alcanzar sus propósitos ignorando al sistema de las Naciones Unidas.
Las presiones, represalias y los chantajes financieros a Organismos Internacionales; así como el desconocimiento de los compromisos y obligaciones internacionales previamente adquiridos, sólo evidencian un profundo irrespeto por parte de algunos Estados, a las normas internacionales y al multilateralismo.
Del “Acuerdo de París sobre el Clima” hasta el abandono del “Acuerdo Nuclear con Irán” y del “Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular”, la destrucción de los marcos multilaterales de negociación parece ser el camino escogido por los Estados Unidos.
Asimismo, los intentos de imponer, promulgar y aplicar leyes extraterritoriales, como el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a Cuba durante casi sesenta años, son también violatorios de las reglas del derecho internacional y contrarios al multilateralismo.
Denunciamos la nueva agresión a nuestro país por parte del actual Gobierno estadounidense, con la activación del “Título III de la Ley Helms-Burton” que refuerza, de manera peligrosa, el componente extraterritorial de esta política de bloqueo impuesta a nuestro pueblo. Es un acto hostil y representa un ataque al Derecho Internacional y a la soberanía de Cuba y de terceros Estados.
Asimismo, rechazamos profundamente toda acción injerencista para deponer el régimen democrático y el Estado de derecho, e intervenir en la vida política de otros Estados. Abogamos por el pleno y absoluto respeto a la soberanía e independencia de los Estados, y el derecho a resolver sus asuntos sin injerencias extranjeras.
El multilateralismo enfrenta enormes desafíos. No hemos logrado hacer lo suficiente para proteger a las generaciones presentes y futuras del flagelo de la guerra. Debe hacerse con premura antes de que sea demasiado tarde.
Como ha expresado nuestro país en otros foros multilaterales, podrá contar siempre la comunidad internacional con la sincera voz de Cuba para seguir trabajando junto a las Naciones Unidas y sus Estados miembros, en el establecimiento de un orden internacional más justo, democrático y equitativo, en cuyo centro se sitúe, realmente, el ser humano, su dignidad y bienestar.
Muchas gracias
(Embacuba Austria)