Estimadas compañeras y compañeros:
Tras participar en el emotivo Acto Central por el 73 Aniversario de la Liberación del Campo de Concentración de Mauthausen, nos reunimos, como cada año ante esta tarja, para rendir tributo a los cinco cubanos que la historia registra como víctimas de las atrocidades cometidas por el régimen nazi-fascista en este lugar,
Los patriotas Roberto Cortezón Martínez, Félix Llanos Alonso, Alberto Sánchez Martínez, José Luis Pérez Arocha y Manuel Sola Castillo, fueran apresados y entregados por los colaboracionistas del régimen de Vichy a las hordas hitlerianas en la Francia ocupada y confinados aquí, en Mauthausen. Ellos, como muchos otros compatriotas, integraron las Brigadas Internacionales que desde el lado de la República, combatieron al fascismo en la Guerra Civil Española. Ellos representan también la génesis del espíritu internacionalista y desinteresado que nos ha caracterizado como pueblo.
La red Mauthausen-Gusen fue uno de los campos de concentración más horrendos del régimen nazi. Fue establecida con categoría de “Nivel III”, la más rigurosa, en la demencia criminal del nazifascismo. Aquí se entraba sin la esperanza de salir. Entre 1938 y 1945, alrededor de 190 mil seres humanos, de más de 40 países pasaron por sus instalaciones. En general, y aunque difícil de determinar, se calcula que 140 mil personas perdieron sus vidas en el complejo de campos de concentración Mauthausen-Gusen y sus subcampos.
Aquí llegaron muchos; hombres y mujeres, ancianos y niños; todos quienes parecían diferentes para la horrenda doctrina oficial del fascismo, ya fuese por su origen o religión, por su ideología o modo de pensar, por sus discapacidades u orientación sexual. Mauthausen fue, en esencia, un campo de concentración para presos políticos, para acallar las voces diferentes, para intentar apagar las ideas e ideologías.
Son conmovedoras las historias de las víctimas que encierran estos muros y barracas. El trabajo esclavo en las canteras de granito y las insoportables condiciones de hambre y frio fueron las armas principales de las SS para el exterminio genocida en estos campos.
Es responsabilidad humana recordar, por duro y desgarrador que resulte la historia, para evitar que se repita. No debemos desconocer las amenazas que ciernen a la humanidad, la proliferación de manifestaciones de xenofobia, racismo, intolerancia de todo tipo, expansionismo hegemonista y guerras bajo falsos pretextos.
¡Corresponde a la humanidad progresista, pacifista y antifascista alertar y cerrar filas contra el avance de tales amenazas y agresiones!
El imperio, el neofascismo y la extrema derecha: ¡No pasarán!
¡Gloria eterna a los cubanos muertos en Mauthausen!
¡Nunca más al Fascismo!
¡Hasta la victoria, Siempre!
Muchas gracias
(EmbacubaAustria / Cubaminrex)