Luego de tres extraordinarias funciones en la Sala Principal del Teatro Real de Dinamarca, el afamado Ballet Nacional de Cuba se despide de público danés, que le ha prodigado inolvidables ovaciones y reconocimientos.
Fundada el 28 de octubre de 1948 por la célebre tríada Alonso (Alicia, Fernando y Alberto), la compañía que se ha presentado exitosamente en los más prestigiosos escenarios de los cinco continentes, acariciaba el sueño de presentarse en la capital de la tercera escuela de ballet, la danesa, creada por el maestro Augusto Bournonville y que junto a la italiana, la francesa y la rusa, tiene sus raíces en el siglo atrás.
La escuela cubana, junto a la inglesa, conformaron su impronta técnico- estética en el siglo XX. Para los artistas del Ballet cubano constituía un reto bailar en un país y en un teatro de tanta tradición y gloria. El éxito obtenido en las funciones del día 20 y las dos del 21 de septiembre, en matiné y noche, resultaron doblemente estimulantes. En su versión de Don Quijote los cubanos mostraron su sólida formación técnica y la ductilidad estilística que tanto prestigio le han ganado a nivel mundial.
Los nombres de Viengsay Valdés, directora general de la compañía y los de primeras figuras como Anette Delgado, Gabriela Druyet, Grettel Morejón, Dani Hernandez, Anyelo Montero y Yankiel Vázquez, junto a los destacados solistas e integrantes de su dinámico cuerpo de baile, permanecerán en el recuerdo del público danés que, con sus ovaciones y múltiples atenciones, vislumbran un pronto retorno.
Hermoso ver la capacidad de las Artes, para enriquecer la sensibilidad humana y tender puentes de amistad solidaria.
Los cubanos en esta inolvidable visita a Dinamarca lo han hecho posible.
Por Doctor Miguel Cabrera
Historiador del Ballet Nacional de Cuba y
Profesor del Mérito de la Universidad de las Artes de Cuba