Nassau, 28 de septiembre de 2020.
Cada año, la Asamblea General de las Naciones Unidas vota una resolución que insta al gobierno de los Estados Unidos de América a eliminar las políticas y regulaciones que establecen el embargo contra Cuba. Como antesala, durante el segmento de alto nivel de la asamblea, un número importante de jefes de Estado hacen mención y denuncian esa política que ha durado casi 60 años.
Desde los países del CARICOM hasta los localizados en África, Europa, Asia y en América Latina, presidentes y primeros ministros abogan por la revocación de las medidas económicas, comerciales y financieras contra Cuba, que impiden el desarrollo de la economía e imponen obstáculos para garantizar la necesidades básicas de nuestra población en muchos aspectos de su vida.
Los sectores de la alimentación y la salud, el desarrollo rural y la pequeña y mediana empresa privada, son regularmente dañados por un extenso conjunto de prohibiciones y barreras que provocaron, solo entre abril de 2018 y marzo de 2019, pérdidas por más de 4.340 millones USD.
Entre 2019 y 2020, el gobierno de Donald Trump acosó al sector financiero cubano, activó el Título III de la Ley Helms-Burton e intimidó y sancionó a empresas extranjeras que envían suministros de petróleo y diésel a Cuba.
Recién en 2019, las agencias estadounidenses impusieron sanciones a 27 empresas, 54 embarcaciones y tres personas vinculadas al sector energético, ninguna de ellas estadounidense ni sometida a la jurisdicción de ese país.
Además, los Departamentos del Tesoro y Comercio impusieron 13 multas a empresas estadounidenses y de terceros países por hacer negocios con la isla caribeña.
El embargo o el bloqueo tiene muchos efectos extraterritoriales en los países del Caribe, América Latina y en todo el mundo.
Los bahameños con familiares cubanos o padres que quieran enviar dinero a sus hijos que estudian medicina, enfermería u otras carreras allá, enfrentan obstáculos porque los bancos ubicados aquí niegan esa posibilidad, muchas veces para evitar ser castigados por las agencias estadounidenses.
Uno de los obstáculos que enfrenta el sector comercial y empresarial de Las Bahamas para diversificar y aumentar las relaciones comerciales entre nuestros dos archipiélagos es la complejidad para establecer vínculos bancarios directos entre los bancos cubanos y los que prestan servicios en Las Bahamas.
Incluso en medio de la pandemia de COVID-19, el gobierno de los Estados Unidos impidió la venta a Cuba de ventiladores pulmonares mecánicos, mascarillas, kits de prueba, gafas protectoras, guantes, reactivos y otros suministros necesarios para hacer frente a esta pandemia.
Además, y a pesar de una campaña de difamación y mentiras contra la colaboración médica cubana, nuestros médicos, enfermeras y otro personal de salud han brindado y asistido en más de 45 países alrededor del mundo desde el inicio de la mortal enfermedad.
A pesar de las duras condiciones laborales, los riesgos para la salud y las barreras del idioma a las cuales se enfrentan, han actuado con solidaridad para defender la salud como un verdadero derecho humano.
En esta 75 sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el mundo abogará nuevamente por el levantamiento del embargo.
En mayo de 2021, la gran mayoría de la comunidad internacional apoyará la resolución instando al gobierno de los Estados Unidos de América a revocar esa fallida e indefendible política contra Cuba.
Alejandro García del Toro. Embajador, República de Cuba