INTERVENCIÓN DEL EMBAJADOR DURANTE EL PREESTRENO DEL FILME “ERNESTO”. 20 DE SEPTIEMBRE, INSTITUTO CERVANTES.
Estimados diputados, miembros de la Liga Parlamentaria de Amistad con Cuba,
Estimado Sr. Víctor Ugarte, director de este prestigioso Instituto que nos acoge siempre con generosidad,
Estimados colegas Embajadores y otros representantes del cuerpo diplomático,
Estimado Sr. Junji Sakamoto, director del filme, a quien agradecemos especialmente su presencia y el cuidado que ha puesto en la proyección de esta tarde.
Queridos amigos todos, representantes de diversos sectores de la cultura, el empresariado, la solidaridad y el deporte, entre otros,
Alrededor de la figura de Ernesto Guevara se han realizado innumerables materiales desde diversos lugares del mundo, generalmente destacando su faceta como guerrillero. El que nos convoca esta tarde, el filme Ernesto, tiene la virtud de abordar un pasaje en la vida del Che a través de la historia del joven boliviano Freddy Maemura, hijo de un inmigrante japonés.
La película retrata el espíritu revolucionario y soñador de Freddy, sus preocupaciones sociales y su entrega desinteresada a las causas de los demás, de modo que posibilita entender su coincidencia con la visión emancipadora del Che y su arrojo para enrolarse en la lucha de guerrilla en tierra boliviana. Tiene el valor además de despertar sensibilidad en los espectadores, y creemos que no pocos de ustedes encontrarán determinados rasgos distintivos del pueblo japonés en la conducta del joven Freddy.
Entre las escenas de la película, destacan las que recrean la visita del Che a Hiroshima, en julio de 1959. Entonces, profundamente conmocionado con el holocausto nuclear, calificó aquel hecho como "una inigualable orgía de fuego y muerte".
Quisiera aprovechar la ocasión para agradecer una vez más a Kinoshita Group, en especial a su Presidente y a Kino Films, por entregarnos este regalo a todos los japoneses y cubanos. Se trata de un merecido homenaje a la memoria del Che, a poco tiempo de cumplirse el 50 aniversario de su caída en combate. En un mundo de dobles raseros, su carácter tenaz, su voluntad inquebrantable, su fe permanente en la lucha por la justicia y la dignidad de los hombres, y su alto grado de consecuencia con sus ideas, por las cuales sacrificó incluso su vida, hace que su ejemplo trascienda las fronteras de Cuba y de América Latina, para ganarse un espacio imperecedero en el imaginario popular de muchas personas alrededor del mundo.
El filme es también un tributo extraordinario al ejemplo de aquel joven Maemura que fue capaz de sacrificar su propia vida por seguir su ideal de justicia.
Muchas gracias nuevamente por su presencia, esperamos que disfruten el filme, e invito ahora al director Junji Sakamoto.