Tras una intensa jornada de actividades, este miércoles el Jefe de Estado cubano culminó su visita oficial a China, cuyo colofón estuvo signado por las conversaciones oficiales con Xi Jinping, presidente de la República Popular China
Jornadas marcadas por profundas muestras de respeto y disposición común para continuar fortaleciendo los vínculos de amistad que unen a los pueblos, partidos y gobiernos de ambos países, vivió durante su última jornada en la nación asiática la delegación cubana.
Como colofón de estos tres días de visita oficial, en la tarde de este jueves el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, sostuvo conversaciones oficiales con su homólogo chino Xi Jinping.
En sus palabras de bienvenida el Presidente de la República Popular China recordó que Cuba fue el primer país del hemisferio occidental en establecer relaciones diplomáticas con la nación asiática. Evocó también cómo el Partido y el pueblo cubanos siempre ofrecieron apoyo a la decisión del pueblo chino de defender su soberanía, algo que en su país no se olvida.
En tanto, el Presidente cubano agradeció las atenciones recibidas en medio de los acontecimientos que por estos días vive China con la visita de mandatarios de diferentes países, la Exposición internacional de importaciones en Shanghai y la Conferencia de Informatización.
Igualmente, recordó la «solidaridad y el respeto» brindados desde China cuando en noviembre del 2016 falleció el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, quien, según escribió en ese momento Xi Jinping, «dedicó su vida a la amistad entre China y Cuba, y fue fundador de esa relación».
Destacó que es la tercera ocasión que visita China y la primera como Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros. «Estar aquí una vez más es para nosotros una satisfacción y lo hacemos con mucho agrado».
Al concluir las conversaciones, tuvo lugar la ceremonia de firma de varios documentos entre la República Popular China y la República de Cuba.
Entre ellos destaca el Memorando de Entendimiento para la Cooperación en el Marco de la Iniciativa de la Franja Económica de la Ruta de la Seda y de la Ruta Marítima de la Seda del Siglo XXI, lo cual debe contribuir a aumentar la capacidad productiva y la inversión extranjera en Cuba.
Los acuerdos incluyen, además, áreas como la cooperación económica y técnica; y proyectos para la adquisición de equipos de construcción para las energías renovables y el turismo; también se firmaron memorandos de entendimiento con varios ministerios del país.
ENCUENTROS PARA CIMENTAR LA AMISTAD
Con anterioridad, el Jefe de Estado cubano había sido recibido, primero por Li Zhanshu, presidente del Comité Permanente de la xiii Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, y luego por Li Keqiang, primer ministro de la República Popular China.
«Es usted un viejo amigo del pueblo chino», le aseguró el compañero Li Zhanshu. De la misma manera, reconoció su papel en la promoción de las relaciones entre ambos países, a las cuales ha hecho importantes contribuciones, comentó.
Conversaron sobre destinos y desafíos comunes y acerca de las realidades nacionales para continuar construyendo el camino al socialismo.
«China siempre se adhiere a las políticas de amistad con Cuba», priorizando la agenda con la Mayor de las Antillas en un lugar sumamente importante de su política exterior.
Se coincidió en que la presencia del Presidente cubano en China «pone de manifiesto la alta importancia dada al desarrollo de las relaciones con China y la profunda amistad que existe entre ambos partidos y pueblos».
La nueva generación de dirigentes que en Cuba ha comenzado a asumir diferentes cargos –aseguró Díaz-Canel durante ambos encuentros- «es continuidad del legado de la Revolución, también del pensamiento del General de Ejército Raúl Castro Ruz, nuestro Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba».
El cálido homenaje de los amigos
En la Plaza Tiananmen arropa el silencio. Honrar a los héroes es, indiscutiblemente, cosa de amigos. Y como amiga llegó este jueves allí la delegación cubana de visita oficial en este país, encabezada por el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros.
El homenaje de Cuba estremece. Íntimo, sencillo, solemne. Una hermosa ofrenda floral que imita a la bandera cubana deposita el Jefe de Estado ante el Monumento de los Héroes del Pueblo. Es el cálido homenaje del pueblo amigo, el primero en América Latina en establecer relaciones diplomáticas con la República Popular China en el ya lejano 1960.
Miles de piezas de mármol y granito dan vida al Monumento diseñado en forma de obelisco que se eleva aproximadamente unos 40 metros. En él se encuentran grabadas las fechas de los principales eventos revolucionarios de la historia china.
A unos pocos metros destaca el Mausoleo a Mao Zedong, fundador de la República Popular China. Hasta allí se dirige la comitiva cubana para rendir tributo a quien tanto hizo para alcanzar la prosperidad de la nación asiática. Ante la blanquísima estatua también la ofrenda del pueblo amigo.
Hasta la sala donde descansan los restos de Mao Zedong, en medio de una sobrecogedora paz, llegó luego la delegación cubana. El respetuoso silencio se vuelve entonces cálido homenaje.
Muy cerca se ha diseñado un área de exposición permanente donde el Presidente cubano pudo apreciar en retrospectiva los momentos más importantes de la vida de Mao Zedong. En imágenes grabadas y fotografías allí exhibidas puede vérsele trabajando, sonriendo, abrazando…
«Con respeto, admiración y cariño», plasmó Díaz-Canel en el libro de visitantes. De honor para la delegación cubana consideró el «rendir homenaje al Presidente Mao, fundador de la República Popular China, y a los héroes del pueblo chino que dieron sus vidas por la independencia del país».
«Nuestro compromiso con esas generaciones de héroes es continuar enarbolando las banderas del socialismo y fortalecer y ampliar nuestras ya históricas e indestructibles relaciones de amistad y solidaridad.
«El próximo año, juntos festejaremos el aniversario 60 del Triunfo de la Revolución Cubana y el aniversario 70 de la fundación de la República Popular China».
Pareciera entonces que en sitios como este las distancias geográficas desaparecen y la amistad entre los dos pueblos se agiganta. (Y.P.M.)