Relevantes músicos cubanos fueron condecorados anoche con la Distinción por la Cultura Nacional, en una ceremonia que tuvo lugar en el Memorial José Martí, de la capital, a la cual asistió Miguel Díaz-Canel Bermúdez, miembro del Buró Político del Partido y primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros.
El reconocimiento honró a 71 creadores, intérpretes, pedagogos, investigadores y promotores de varias generaciones, procedentes de casi todo el país, que representan los más diversos ámbitos de la práctica musical.
La resolución del Ministerio de Cultura que avala el otorgamiento, leída por Marta Bonet, vicepresidenta del Instituto Cubano de la Música, resaltó las trayectorias de los homenajeados, quienes recibieron las medallas de manos de Díaz-Canel; el ministro de Cultura, Abel Prieto; y el presidente de la Uneac, Miguel Barnet.
A nombre de los galardonados, el compositor, saxofonista y orquestador César Alejandro López, recordó cómo la Revolución hizo realidad las vocaciones artísticas profesionales de los merecedores de la distinción, y en el caso suyo, pudo formarse en una escuela de arte creada en Camagüey como parte del programa educativo cultural fomentado por el Comandante en Jefe Fidel Castro.
«Es por ello –proclamó– que en esta hora digo desde lo más hondo: ¡gracias, Fidel!, porque como dice la canción de Raúl Torres, nosotros somos agradecidos».
Las palabras de elogio, pronunciadas por el musicólogo Jesús Gómez Cairo, director del Museo Nacional de la Música, subrayaron el valor de los condecorados más allá de la fama, que muchos ostentan merecidamente. Lo importante, destacó, es el compromiso con la cultura cubana y con los valores patrióticos y éticos que definen nuestra identidad.
Compartieron ese momento de júbilo artistas de sumo prestigio, como Omara Portuondo y el compositor Roberto Valera, premios nacionales de la Música, y los primeros secretarios de los comités provinciales del Partido en varios territorios.