San Pablo, Perú. Esta población amazónica peruana se apresta a rendir homenaje mañana al más ilustre de sus visitantes, Ernesto Che Guevara, quien sirvió aquí como médico en su juventud, en un periplo latinoamericano decisivo para su formación.
El tributo tendrá un claro tono festivo, pues coincidirá con la celebración del aniversario 91 de la fundación de San Pablo, que cuando llegó el Che era un leprosorio al que, en las semanas de su permanencia, le inyectó dedicación y vitalidad.
De los pacientes que atendió en aquel 1952 queda solo Antonio Monteiro, un devoto admirador del Che que recuerda que lo operó y le salvó la vida y es un seguidor ferviente del revolucionario argentino-cubano.
La fiesta comenzó con la bienvenida al embajador de Cuba en Perú, Sergio González, y la primera secretaria a cargo de Asuntos Cultutales de la misión, Marlene García, con la población de casas casi todas de madera, volcada al pequeño embarcadero a orillas del río Amazonas, en el que arribaron los visitantes.
Para llegar recorrieron en lancha aproximadamente 400 kilómetros del río Amazonas, enorme autopista acuática que 200 kilómetros más adelante llega a la triple frontera con Colombia y Brasil para internarse en la jungla brasileña rumbo al Atlántico.
La misión cubana fue recibida por el alcalde lugareño de este distrito de cinco mil habitantes, Mauro Ruiz, y otras autoridades.
González agradeció la bienvenida y recordó que este año se cumplen 65 años de la visita de Che a San Pablo y resaltó el reconocimiento que mañana le rendirá la población al revolucionario latinoamericano.
Ruiz evocó la memoria de Ernesto Guevara y dijo que vive en el recuerdo de los lugareños que han escuchado de su entrega a los pacientes, sin ningún prejuicio y con gran humanidad.
Señaló que por ese recuerdo y por la importancia del personaje histórico emblemático, San Pablo le rendirá mañana tributo con la inauguración de una tarja al pie de la estatua que Ruiz, como alcalde, hizo erigir hace tres años.