Namibia es uno de los parajes naturales más hermosos que pueda imaginarse. Asombra por la variedad de climas y terrenos; la exuberancia de su flora colorida, de formas increíbles; y por una fauna salvaje diversa que se mueve en libertad por todo el territorio.
Su gente es también bella y servicial, especialmente con los cubanos, gracias a la historia de lucha y de colaboración que comparten ambas naciones por cerca de 50 años.
De esa historia dieron cuenta los cubanos que viven y trabajan al norte de este país del África Meridional, durante un recorrido de Sergio Vigoa de la Uz, embajador de Cuba aquí, junto a la Consejera encargada de los Asuntos Consulares, Niurka Duménigo García, e Iraís Coober Cadrelo, jefa de la Brigada Médica Cubana.
En la región de Oshakati, primer punto del recorrido y segundo con mayor presencia de cubanos colaboradores y residentes en Namibia, el embajador sostuvo un encuentro con cooperantes de la salud y de la UNECA que viven y trabajan en las zonas de Oshakati, Opwo, Omuthiya, Ohangwena, Onandjokue y Omusatila.
Las condiciones de las viviendas, las afecciones sanitarias más recurrentes, la comunicación con la familia en la Patria, la alimentación, los horarios de trabajo, los medios para la atención asistencial, entre otros, fueron temas abordados en un intercambio franco y distendido.
Otro emotivo encuentro tuvo lugar con la comunidad de cubanos residentes en Oshakati quienes, hermanados en el amor a la Patria y a nuestras raíces, debatieron con el embajador asuntos de interés común y rememoraron historias de su paso por la tierra de los bravos.
Los connacionales, junto a colaboradores y namibios solidarios, organizaron una fiesta de la Cubanía que sirvió para confraternizar, bailar con excelente música cubana y degustar sabrosos platos de la cocina cubana.
A su paso por Rundu, región ubicada a escasos 300 metros de Angola, a orillas del río Kavango, el diplomático cubano compartió emotivas historias con colaboradores que atienden por esos parajes una comunidad de pobladores con muy escasos recursos, donde se hablan 17 dialectos.
La alta calificación y sensibilidad distingue a este grupo de profesionales, jóvenes en su totalidad, que se han enfrentado a partos complejos, desgarraduras de alta complejidad provocadas por animales salvajes o enfermedades propias de la región, cuya atención requiere de estudio y, a la vez, apremio.
Los cubanos residentes en esta apartada zona de la geografía namibia también se acercaron para narrar experiencias de vida y debatir con el embajador cubano, en diálogo franco y cálido, los asuntos que le aquejan.
Hasta Katima Mulilo, ciudad situada en la franja de Caprivi, sobre las márgenes del río Zambezi, la más al noreste del país, llegó Vigoa de la Uz con su equipo de trabajo para conocer de nueve profesionales de la salud que regalan ciencia y afectos a la humilde población de esta apartada tierra, muy cercana a Zambia.
Bien avalados por el hospital regional donde prestan servicios, nuestros médicos, en algunos casos, los únicos especialistas en el centro hospitalario, lo que hace más agotadoras las jornadas y más escasos los momentos de descanso.
Cubanos residentes, también del sector de la salud, dialogaron sobre las particularidades de la región y trasmitieron preocupaciones comunes al resto de los connacionales, que la embajada está atendiendo con celeridad y rigor.
El último punto del recorrido fue Walvis Bay, región que alberga parte el mágico desierto de Namib con sus famosas dunas de Sossusvlei, considerado el más antiguo del mundo, además de un acogedor ambiente de mar y una bahía repleta de flamencos y gaviotas. Muy cerca está Swakopmund, villa de una arquitectura de influencia alemana y adornos florales en todas sus avenidas que ofrecen un colorido muy acogedor al visitante.
El embajador intercambió con colaboradores cubanos que prestan servicios en ambas ciudades sobre las condiciones de trabajo y de vida, las cláusulas del acuerdo de colaboración entre ambas naciones y las excelentes relaciones con los cubanos que residen es esta zona, con quienes también intercambió el funcionario diplomático.
En el recorrido de cerca de cuatro mil kilómetros en poco menos de una semana por el norte de Namibia, el embajador Sergio Vigoa de la Uz ratificó la voluntad de Cuba de fortalecer la cooperación y continuar brindando bienestar al pueblo namibio, así como mantener un diálogo permanente con los cubanos que decidieron compartir su vida con esta querida nación africana.