Tokio, 4 de diciembre de 2018-. En la jornada de ayer y como parte de sus actividades en Japón, el luchador antiterrorista cubano Gerardo Hernández Nordelo visitó la ciudad de Hiroshima, acompañado del Embajador Carlos Miguel Pereira y otros funcionarios de la Misión diplomática en Tokio.
El también diputado y vicerrector del Instituto Superior de Relaciones Internacionales “Raúl Roa”, fue recibido por el Alcalde Kazumi Matsui, con quien sostuvo un ameno intercambio sobre la histórica amistad que une a esa cuidad con Cuba, las memorables visitas que realizaran el Comandante Fidel Castro en 2003 y el Che Guevara en 1959, y el compromiso compartido de defender la paz y luchar por eliminar de la faz de la Tierra la amenaza del arma nuclear.
Matsui destacó el simbolismo de su visita, que encarna el sentimiento especial del pueblo cubano hacia Hiroshima. “El caso de los Cinco revela la importancia de luchar sin descanso por la paz y contra el terrorismo”, aseveró.
Por su parte, Gerardo destacó que “los cubanos estamos muy sensibilizados con lo que aquí ocurrió, desde pequeños lo aprendemos en la escuela. Es uno de los momentos más importantes de mi vida, poder venir y rendir tributo a las víctimas. En mi caso estuve más de 16 años preso por el único delito de proteger a mi país contra el terrorismo. Nuestra lucha fue contra el terrorismo y fue probablemente este el acto terrorista más grande que ha conocido la historia”. Agregó que constituía un alto honor visitar el sitio al que el Che y Fidel rindieron tributo, y agradeció la solidaridad demostrada con Cuba y con la causa de los Cinco.
Al finalizar el encuentro, se le invitó a dejar un mensaje en el libro de visitantes, donde escribió: “El pueblo de Cuba, víctima también del terrorismo, nunca olvida el horrendo crimen cometido en Hiroshima. ¡Que la humanidad nunca olvide!”.
El programa continuó con una visita al Museo Memorial que atesora testimonios y pruebas sobrecogedoras de los estragos causados por el bombardeo atómico el 6 de agosto de 1945. Posteriormente, Gerardo ofreció un sencillo pero solemne tributo a las víctimas de aquel abominable suceso, en el Parque Conmemorativo de la Paz, y depositó una ofrenda floral en el cenotafio que reza: “Descansen en paz. Que no se repita el mismo error”.
Bajo la guía del Director del Museo, Kenji Shiga, recorrió también el Monumento dedicado a los niños, que cuenta la triste historia de Sadako Sasaki, la niña que falleció a causa de la leucemia adquirida tras el bombardeo y que antes de su muerte logró hacer mil grullas de papel, así como el Gentaku Dome, edificio que se preserva con las huellas del tristemente célebre Fat Boy, a escasos metros del punto exacto donde cayera con su poder destructor. (Cubaminrex-Embacuba Japón)